Visita tierra sagrada


5/1/15.- Cada año nuevo la puerta se abre a quienes creen en ella. Los señores de los vientos se los llevan y les permiten regresar al otro año. Es la entrada a otras dimensiones, a otro estado de conciencia que revela conocimientos; es lo que creen con fervor habitantes del pueblo y viajeros hippies.

En nuestro mundo terrenal La Puerta de Quetzalcóatl es una formación geológica, una especie de arco o enorme ventana, en medio de una montaña que se levanta sobre el pueblito de Amatlán, a 20 minutos de Tepoztlán, en Morelos.

En este pedazo de bosque tropical duermo dentro de un tipi, como si fuese integrante de una aldea nómada de América del Norte. Yo vengo a la aventura, mis compañeros por una experiencia mística. La mayoría son mochileros de diferentes países que ven en el lugar un refugio en brazos de la Madre Tierra.

La montaña es venerada con altares para pedir y agradecer a antiguas deidades salud, protección y abundancia. Pero además promete excursiones a través de senderos y peñascos con millones de años de erosión. Subidas y bajadas extremas que requieren de un guía local, pinturas rupestres y pozas sagradas de agua de color turquesa, alimentadas por cascadas.

Retiro
En el retiro tipi reina el canto desafinado de las aves y la calma. No es para todos los turistas. Su carácter místico espanta a unos cuantos. La prohibición de bebidas alcohólicas por respeto a la Madre Tierra ahuyenta a muchísimos más.

Las ceremonias de temazcal, las clases de yoga y tai chi son las actividades de aquellos que buscan permanecer en silencio, purificarse.

El Universal / El Bravo

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