H.MATAMOROS, TAMPS., 13 de Enero de 2025
8/08/2015 – A pesar de las continuas advertencias sobre las condiciones de riesgo que emite la Secretaría de Salud a la población por la contaminación y descomposición de los alimentos que se presenta con mucha más facilidad y frecuencia en esta temporada de calor, en algunos centros comerciales de la localidad desafían a las autoridades de salud y poca importancia tienen las recomendaciones que se les hacen.
Esto es el caso de la sucursal de un supermercado céntrico de la calle Sexta en donde se tienen hieleras grandes abarrotadas de pollo congelado para la venta al público sin las mínimas medidas de higiene para evitar que las personas contaminen el pollo al manipularlo y al escoger las piezas, y sin los implementos necesarios para que, desde insectos como las moscas, y partículas contaminantes como el polvo o la tierra, además de saliva, sudor, cabellos de las personas hagan contacto con el pollo y con la carne.
“Esto es algo que no entienden en este centro comercial; acudimos y les hacemos la recomendación primero a que retiren estos productos para que los ofrezcan de una manera que no se contamine el pollo, y si no hacen caso les damos la orden, y la cumplen, pero se esperan unos días y lo vuelven hacer, porque como son muchos y es muy amplia la gama de establecimientos que inspeccionamos no podemos acudir seguido y de esto aprovechan y vuelven con estas prácticas que están prohibidas”, comentó el coordinador de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), José de Jesús Aguiar Jiménez.
Reinciden en prácticas de riesgo a la salud
Después de que hace casi dos meses la Coepris anunciara que efectuaría una inspección en ese establecimiento, días después retiraron el pollo en esta modalidad de venta -congelado y en hieleras-, aunque solo fue por unas dos semanas, porque desde hace casi un mes volvieron a reincidir en esta falta.
El jefe de Operación Sanitaria a la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Cosme García de León, comentó que a pesar de estar facultados -de acuerdo a las leyes sanitarias que establece la Secretaría de Salud federal- a imponer sanciones económicas que ascienden hasta 250 mil pesos, sólo se limitan a advertencias y plazos para cambiar y corregir las prácticas u omisiones en las que incurran.
Por lo cual -dijo-, de no acatar las disposiciones y no cambiar las prácticas con las que se arriesga la salud de las personas -consumidores y clientes- se proceden con otras medidas que van desde la suspensivo temporal de algunas áreas hasta la suspensión temporal del establecimiento, lo cual son medidas extremas que se efectúan de acuerdo a la severidad de la falta o en el caso de tener consecuencias graves las prácticas inadecuadas en las que incurren.
Abelardo López Guajardo
