Opinión
VIDA DIARIA
Rosa Elena Gonzalez
30/04/2017
Niñerías…
Hay políticos que no maduran, que a pesar de ser sesentones siguen con niñerías y lo malo es que creen su comportamiento infantil pueden convencer a la gente de que son buenas personas, que el pueblo les perdonará sus malos actos porque fueron por inocencia.
La verdad es que ningún político sesentón puede hacerse el inocente, ya están bastante creciditos para responsabilizarse de sus actos, así es que no les queda andar con niñerías.
En esta clasificación aparecen los que anuncian su retirada del partido que por muchos años les dio poder, fama y fortuna, los que alegan que se van porque el PRI les abandonó, ¿porque no se fueron en los tiempos de bonanza?, de la derrota ellos también fueron culpables.
Parece no se dan cuenta que están bastante creciditos para andar con niñerías, ni se han enterado que el instituto político del que hoy reniegan les hizo crecer y cometen la torpeza de pensar que convencerán al pueblo de que si se van del mismo es para buscar el bien común, mentira, se retiran por la única y exclusiva razón de ya no hay futuro para ellos y quieren otra fuente de poder.
Como los que se creen únicos y capaces de dominar al mundo con su sola presencia hay otros que siguen perdidos en su derrota, que aún no aprenden a ponerse de pie para caminar, sus excusas son las de niños de primaria, bueno, hasta los pequeños tienen más entereza que muchos priístas que hoy dicen buscarán hacer una nueva corriente política y sus palabras suenan hasta ridículas.
El caso es que cuando pensamos que los priístas alcanzarían la mayoría de edad como efecto de la derrota y que tomarían sus propias decisiones resulta que no, que no son capaces ni de ponerse de pie, menos de ponerse la camiseta y aportarle a su partido.
¿De quiénes le hablamos?, nombres sobran, para muestra ahí a FELIPE GARZA NARVÁEZ, HERIBERTO RUIZ TIJERINA y HUMBERTO VALDEZ RICHAUD que ni siquiera fueron capaces de exigirle a su presidente nacional del tricolor envíe ya un delegado y se emita la convocatoria para la renovación de la dirigencia en Tamaulipas, que en lugar de pelear como hombres responsables, comprometidos y agradecidos con su partido, salen con niñerías o peor aún, cobardemente abandonan el barco haciendo a la gente recordar al refranero.
Dicen que todos llevamos un niño dentro, es decir, que en ocasiones hacemos cosas de niños o evocamos momentos de nuestra infancia pero muchos priístas, más los que ahora reniegan del partido que tanto les dio, sólo usan este dicho de pretexto para que les crean sus excusas con argumentos infantiles.
En fin, dejemos las niñerías de los políticos y vayamos a cosas realmente importantes como es que hoy es el Día del Niño y la Niña, será un buen festejo para ellos pues el lunes será de asueto, así es que tendrán fin de semana largo para disfrutar de las actividades en su honor.
El ver la algarabía de los niños y la alegría con la que reciben su día, hasta las golosinas y paseos que disfrutan, llena de felicidad, te das cuenta que en esas personitas solo hay bondad, que somos los adultos los que tenemos que cuidar de su integridad pero también evocamos momentos que jamás volverán.
¿Quién no recuerda con nostalgia cierto pasaje de su niñez?, nadie queda exento, miente aquel que diga que no recuerda su infancia, para muchos la etapa más bella.
La infancia es el cimiento de todo ser humano, de acuerdo a como se estructure es la fortaleza que se puede tener para enfrentar las tempestades, perseguir los sueños, vivir las realidades, lo que se vive de niño contribuye a forjar el carácter de jóvenes y adultos.
Lo que se ve, escucha, huele, lo que se siente cuando se es niño se tatúa en la mente, también en el corazón, es por eso que se debe tener mucho cuidado de cómo se trata a los pequeños, de eso depende de que mañana existan hombres y mujeres de bien o gente con el alma obscura, llena de rencor.
La atención y respeto a los niños debe de ser constante, así como brindarles las condiciones adecuadas para que se desarrollen en un ambiente sano y que les permita obtener herramientas necesarias para enfrentar los retos de la vida, es más que decretos y leyes, es un sentido de humanidad y compromiso social.
Es bueno que se tenga un día para festejar a los niños y se les concierta, aunque la realidad es que cada día se les debe amar, educar, proteger, guiar por el camino del bien, reprenderles si es necesario antes de que sea demasiado tarde porque, otra situación que tampoco podemos negar, es que hay gente que tiene infancia difícil.
Se trata de que se hagan validos los derechos de todos los niños, que cuenten con apoyo, cariño o una reprimenda para que no crezcan contrariados, la realidad es que hoy día por las calamidades vividas en su niñez muchos adultos son seres humanos que albergan en su corazón resentimiento contra la vida, van por el camino equivocado, dejando niños en la orfandad, sin protección, sin quien les guíe, niños que hoy no tienen nada que festejar y mañana quizá repitan esquemas y todo se convierta en un círculo vicioso, por eso urge que todos trabajemos por nuestra niñez para ofertarles un mejor futuro.
Hoy es 30 de abril, Día del Niño para muchos pequeños día de fiesta y regalos, para otros un día más con otra ilusión perdida por el obsequio que no llegó, la comida que no se degustó, la caricia que no se recibió, la palabra amable que no se escuchó.
Como en la tierra se les ha fallado a muchos pequeños, no queda más que pedir que DIOS bendiga a todos los niños del mundo, a los de nuestro México les proteja y les brinde el mejor de los regalos, ese que no se compra en ninguna parte y que hoy día cuesta mucho conservar, un alma pura, paz espiritual, bondad, que no pierdan la inocencia para que el día de mañana sean hombres y mujeres de bien, igual que sepan de lealtades y responsabilidades para que de viejos no anden con niñerías.