Vida Diaria

Rosa Elena González

10/11/16

Retrógrada misógino…

Retrógrada, misógino, idiota, eso es de lo más decente que le escriben en las redes sociales al magistrado electoral JUAN MANUEL SÁNCHEZ quien dijo que las mujeres deberían llegar a los puestos por inteligencia y no porque tuvieran una anatomía perfecta.
Bueno, en realidad lo dijo de otra manera, fue mucho más burdo, utilizó un léxico ofensivo para toda mujer, razón por lo que los insultos que se ha ganado son pocos para lo que merece el magistrado.
Y podríamos pensar, si esa clase de personajes son los que deciden cuestiones legales de suma importancia para el pueblo mexicano, ¿Qué podemos esperar?…
Pero al ver con detenimiento el video nos dimos cuenta que el hombre es un defensor de los derechos de las mujeres, claro, de las inteligentes, con capacidad, que no se prestan a los juegos de aceptar cualquier condición o prestar favores sexuales con tal de llegar a un puesto público.
El problema es que el léxico que utilizó el magistrado no fue el apropiado, no es la manera como se puede dar un ejemplo.
Incluso nos cuestionábamos si tiene antecedentes de alguien que haya favorecido a una amante y si lo sabe porque no actúa en consecuencia, por qué no sanciona a quienes se atreven a proponer a damas que no tienen experiencia, conocimiento alguno, o intención de trabajar en algún puesto público que les llegó por obra y gracia de sus deliciosas, como dijo el magistrado “anatomías femeninas”.
Que alguien le diga al magistrado que debe conectar su cerebro antes de pronunciar palabra, que los funcionarios públicos deben tratar a toda la gente con respeto.
Cierto, aunque no nos guste, hay que decir que tiene razón el magistrado JUAN MANUEL SÁNCHEZ al decir que hay muchas mujeres en puestos que no merecen gracias a sus amoríos, pero igual hay muchos hombres inútiles en puestos preponderantes por la misma razón pero a ellos no les achacan el estar ahí por ser el caprichito de alguien y, a veces, no precisamente de una empoderada.
También tiene razón al decir que ya es tiempo de cambiar los patrones, que urge se tome en cuenta a mujeres capaces, que no lleguen a los puestos públicos quienes no tienen compromiso social, ética o respeto, ni siquiera por ellas mismas.
El empoderamiento de las mujeres tiene que ser real, que quienes lleguen a los cargos públicos dejen huella, sepan para qué es el poder y para que se debe utilizar, para el bienestar del pueblo y seguir apoyando a las de su género a tener vidas más generosas, no prestarse a malas prácticas ni favores sexuales para lograr sus sueños.
La grandeza de una mujer está en ella misma, la dignidad es algo que no se debe dejar de lado ni guardar en un cajón por un rato para lograr un objetivo, porque después difícilmente se recupera.
Por supuesto que estuvo muy mal que el magistrado se refiriera a las mujeres que llegan de manera fácil a los puestos públicos de esa manera, es ofensivo para todas las del género, pero también es verdad que todas deben valorarse, luchar por sus sueños dignamente, no hay mejor carta de recomendación que el trabajo y cuando se llega a un puesto sin cuestionamiento se gana respeto, de lo contrario siempre se llevará el señalamiento a cuestas y donde aún hay machistas, misóginos y retrógradas no faltará quien tarde o temprano se lo recuerde.
Claro que se deben cambiar los paradigmas y si a una mujer se le hacen señalamientos también habría que señalar a los hombres, porque aunque usted no lo crea hoy en día son muchos los varoncitos que se prestan a situaciones vergonzosas para obtener un puesto, buscan el camino fácil para tener poder, fama y fortuna, pero no se lo cuestiona ningún retrógrada, misógino.

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