Rosa Elena González
5/05/16
Pero qué necesidad…
Muy irresponsable es que los coordinadores de las brigadas de impacto de los candidatos se concentren en un mismo lugar a pesar de que los muevan pasiones diferentes.
Parece que ignoran que el ímpetu juvenil es grande, las pasiones y emociones pueden subir de tono y terminar en una lamentable trifulca o tragedia.
¿Qué necesidad hay de que cientos de jovencitos estén gritando en un solo lugar defendiendo los colores de sus candidatos habiendo tantos cruceros?, obvio, ninguna.
Tampoco se trata de quien gana los espacios, los muchachos brigadistas sólo reciben instrucciones, no se vale que les exijan que no se dejen opacar, que griten más que los otros, que se hagan más visibles que se sienta su presencia.
Ellos, los muchachos, desquitan lo que les pagan por darle color, alegría a las campañas, pero igual se ponen la camiseta y la sudan con todo el ímpetu de sus años, de ahí que se les ve eufóricos ondeando banderines, haciendo malabares, entregando calcas, disfrutan lo que hacen, pero no se vale que quienes los coordinen aprovechen esa emoción para confrontarlos.
Mesura es la que se debe tener con los jóvenes, es verdad que en política, como en la guerra y el amor, todo es válido pero nunca será bueno jugar con la integridad física y emocional de jovencitos que apenas despiertan a la vida, que trabajan en las campañas político-electorales como brigadistas, porristas y batucadas.
Si se enfrentan a otros jóvenes ellos creerán que el choque es la política, de ahí que la mayoría de los muchachos no les tienen confianza a los políticos porque desde temprana edad se les enseña las malas artes.
No estamos diciendo que los jóvenes actúen irresponsablemente, ellos son adolescentes y a esa edad se adolece de cordura en ocasiones, los que deben darle seriedad son quienes les manejan.
Antier veíamos una nota de la candidata de Movimiento Ciudadano, PATTY PIMENTEL, disculpándose por una acción cometida por unos muchachos en contra de un automovilista, los coordinadores alegan que quien estaba en el coche era un conocido de los muchachos y sólo le jugaban una broma, como dijera FELIPE CALDERÓN, haiga sido como haiga sido la acción fue criticada, la joven candidata a diputada local por el distrito 14 Victoria norte salió dañada sin tenerla ni deberla, tuvo que salir a dar la cara.
Como dijera JUAN GABRIEL ¿pero qué necesidad?, los encargados de las brigadas de impacto deben cuidar la integridad física y emocional de los muchachos que les auxilian y decirles que se deben conducir siempre con respeto a la ciudadanía, que no hagan cosas malas que crean son buenas o divertidas.
Es sumamente desagradable que en un crucero te quiten la visibilidad, que no te percates del cambio del semáforo por que los banderines multicolores están encima, y no solo es molesto también pueden ocasionar un accidente, un automovilista que no vea puede atropellar a uno de ellos, y todo porque en un solo crucero en ocasiones hay dos o tres brigadas de diferente color y cada grupo de muchachos quieren opacar a quienes creen son sus adversarios.
Cierto, la alegría juvenil, su entusiasmo y vitalidad es lo que le da vida, color y calor a las campañas electorales, es bonito ver a los brigadistas disfrutando lo que hacen pero siempre y cuando unos y otros lo hagan con respeto.
Naranjas, azules, tricolores, morados, amarillos o sean del color la camiseta que porten los muchachos brigadistas no es bueno que estén todos amontonados en un mismo lugar, los ánimos pueden subir de tono y encenderse las pasiones.
La juventud debe protegerse no exponerles, recordar siempre que después de un accidente ya nada es igual, ¿Qué necesidad hay de enfrentarlos?