Rosa Elena González
3/03/16
El furor de los chalecos rojos…
Dicen que la industria de la sastrería está trabajando a marchas forzadas para aumentar la producción de chalecos rojos y traerlos a Tamaulipas porque en los últimos días, como si se fuera acabar el mundo, se hicieron compras de pánico, hasta los amigos, del compadre, del vecino, del tío del padrino del chofer del candidato se ataviaron con la prenda de moda entre los tricolores.
Claro, la producción es la de precios módicos, los modestos chalecos rojos de gabardina, que son adquiridos por muchos personajes que ni vela tienen en el entierro pero quieren aparecer en la foto, aparentar que andan cerquita del candidato.
Esa producción la pueden adquirir aquellos personajes que quieren hacerse notar pero no les alcanza para viajar a Monterrey, McAllen, Brownsville o la Ciudad de México para adquirir los chalecos rojos marca Zara que portan las principales luminarias y que se caracterizan por tener una tonalidad más fuerte o los rojos sangre que llegan aun con etiqueta de Dillard´s.
Aunque bueno, una ventaja tendrán los que adquieran los modestos chalecos rojos de gabardina, se puede soportar con ellos el intenso calor, en plena campaña el sol estará que quema, los chalecos Zara o de Dillard´s que hoy son la novedad difícilmente se aguantaran y hasta se corre el riesgo que la prenda que ahora está de moda pase a segundo término.
Quizá esa sea la razón por la que prominentes hombres a los que su partido político les ha dado mucho, no son capaces de invertir en un buen chaleco para estar a tono con el candidato, tal es el caso del senador MANUEL CAVAZOS LERMA quien aún continúa cobrando gracias al PRI y sigue con su viejo y desgastado chaleco rojo de gabardina desteñido, con el logotipo casi deshilachado, tal vez no es que sea miserable el hombre, es que, como él mismo dice, todo lo sabe, ¿será? La verdad es que el ex gobernador refleja más codencia que sapiencia.
Pero bueno, el caso es que los chalecos rojos son furor, andan de moda, sobre todo con los priístas, que hay que decir, muchos ya los portaban desde hace tiempo, quienes los vestían lo hacían resaltando su sentido de pertenencia a su partido, el PRI, eso no tienen critica, al contrario se les aplaude que traigan ceñido su color.
A los que se les critica es a los que de la noche a la mañana aparecen con la prenda de moda, el chaleco rojo, por todas partes, no se lo quitan ni para dormir tratando de que propios y extraños les vean hasta en el sueño enchalecados y se imaginen que tendrán un lugar preponderante en la campaña del candidato priísta al gobierno de Tamaulipas y, si el pueblo les favorece con su voto, gozarán de poder, fama y fortuna.
La verdad es que quizá a muchos la prenda de moda no les servirá ni para llamar la atención del candidato, son tantos los oficiosos que corrieron a comprarse su chaleco rojo tratando de aparentar que están en el ánimo del candidato que se abarato la estrategia y no todos los enchalecados tendrán participación aunque ellos griten que su voz se escuchará y respetará la próxima administración.
Eso sí, no se puede negar que se ve bonito un evento uniformado, para fines de publicidad e impacto visual es bueno.
El caso es que los chalecos rojos hacen su aparición, unos tienen motivo y sentido otros están igual que buena parte de las fotografías que suben a las redes sociales, sólo son para aparentar.
En fin, la situación es que el chaleco rojo está de moda, que la buena noticia para quienes quieren el suyo y no les alcanza para comprarse el Zara o el de Dillard´s ya aseguran comenzó la producción de los de gabardina, es más hasta grabado se lo darán.
Así es que ya podrá adquirirlo para hacerse notar, para que hasta la vecina diga, “mira ahí va el vecino, trae chaleco rojo, seguro le va a ir muy bien pronto”, y quien sabe quizá hasta obtengan “amistades” o hasta préstamos o favores, y no dude que ya uno que otro ande vendiendo futuro aunque no tenga ni asegurado el propio.