Opinión
Veneno Puro
Rafael Loret de Mola
1/07/2018
*Llegó la Hora
*De Mentirosos
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Finalmente llegó la hora de acudir a las urnas, formarse –quizá las “colas” sean mayores a las de otras jornadas, salvo si la lluvia se presenta-, y emitir cada sufragio en paz, tranquilamente, sin provocar incidentes ni exigir condiciones no previstas a las autorizadas. Recuérdese que, pese a todo, ninguno de los partidos postulantes, ni el pobre independiente en el espectro nacional, se atrevió a insistir en la urgencia de modificar las reglas del juego y, por ende, ajustarse a ellas es la única forma de elegir, aunque muchos sean, por desgracia, los obstáculos legaloides y las farsas montadas en no pocos escenarios.
Preocupa que los escándalos mayores se den en Veracruz y Puebla, en donde los aspirantes de MORENA, han puesto sobre las bardas a los aspirantes del PAN, herederos de sendos cacicazgos, el de los Yunes y el de los Moreno Valle, cuyas truculencia encendieron las alarmas y obligaron al icono de la izquierda, la que acapara al mayor número de quienes dan cauce a esta línea, a reclamar por los excesos y alertar a sus simpatizantes para evitar los fraudes respectivos –operativos les llaman-, en sendas entidades.
Por desgracia para la democracia, se olvidó de Yucatán en donde el priismo pretende rescatar su último rincón contra la manifiesta voluntad de la mayor parte de los hijos del Mayab eterno. Y es que, por supuesto, en esta tierra quien acapara los votos –una larga tradición-, es el PAN y Morena, por desgracia, sirvió sólo como esquirol postulando a un ex panista a la gubernatura para dividir los votos opositores a favor del Institucional. ¿Fue ésta una negociación? ¿O simplemente no entendieron la perspectiva general cuando se trataba de superar al instituto político que, en el sureste como en buena parte del país, ha caído en el abismo profundo de la corrupción y también en el de la infamia?
Yucatán debe estar atento al fraude que comenzó a maquilare cuando la modelo de pijamas, Ivonne Ortega Pacheco, vendió su falsa precandidatura al señor Meade, cuyo perfil de arranque dista mucho con el de ahora –acaso convertido, sin ser militante, en uno de los peores abanderados del PRI-, a cambio de asegurar la candidatura de uno más de sus entenados y ya van dos: el actual mandatario, el disminuido Rolando Zapata Bello, y el aspirante, Mauricio Sahuí, sendos personajes que compiten en las redes de la incultura y la tontería, para decirlo suavemente. Me niego a creer que los yucatecos caigan en esta trampa ruin; pro me conforta saber que la comunidad sabe hacerse respetar y lo ha demostrado en no pocas ocasiones. Y estoy seguro que su apuesta es la democracia.
Con esta visión, a vuelo de pájaro, debemos estar preparados para no seguirle la corriente a los malos consejeros del INE y de su presidente, el veleidoso y racista Lorenz Córdova, y más si se atreve –lo que espero no sea así-, a salir a anunciar que no puede determinarse un vencedor en la justa presidencial por estar muy cerradas las votaciones. Esto sería inaceptable y colocaría a nuestro país –quien lo diría-, al nivel de las dictaduras de Venezuela o Nicaragua, entre otras del mismo calibre, sin que pueda atribuirse a ningún partido esta ominosa cercanía pero sí al gobierno peñista, absurda y grotescamente farsante.
Por las Alcobas
Faltan tan solo unas horas para que se quiten las máscaras los advenedizos y cuántos fraguaron cientos de engaños, por todo el territorio nacional, a través de la colusión indigna y mercenaria de las empresas encuestadoras con las dirigencias partidistas.
Para nuestra fortuna las trampas ya no funcionarán más aunque, acaso, pudieron retener a algunos ignorantes que se dejaron llevar hacia la propia inhibición. No importa, si tal no les impide llegar a sus mesas electorales; pero sería gravísimo que sondeos, encuestas y opiniones torpes se impusieran a la inteligencia y la libertad para sufragar sin rémoras detrás.
Votemos; con ello ganará México, ganaremos todos. Después ya veremos cómo contenemos a los falsarios y a cuantos extendieron una alfombra de oro a la ciudadanía hastiada de los gobiernos putrefactos.