16/01/2018- Cirila Quintero, investigadora del Colegio de la Frontera Norte (Colef), revela que en la evaluación periódica que se hace en los estudios de Tamaulipas, revelan que se ha detectado que los gobiernos de los tres niveles, principalmente de las que se enfocan en el área económica, carecen de sensibilidad y una total ausencia de criterio sobre el impacto social que tiene en las familias algunas estrategias implementadas en el tema de desarrollo económico.
Señala que las autoridades se han encaprichado de tal forma en reactivar el turismo y la economía, que están implementado acciones desesperadas para atraer más inversiones y nuevas empresas, sin importar que estos corporativos vengan acompañados de sueldos bajos y sin prestaciones que beneficien realmente al obrero.
En este sentido comenta, “los gobiernos están enfocados en cambiar las cifras y estadísticas, sin importar el bienestar social, ya que el arribo de nuevas fuentes de trabajo no garantizan que se pueda elevar con ellas la calidad de vida del sector obrero de la localidad”, señala.
Botines políticos
Asegura que hay una total ausencia de estudios sociológicos y antropológicos en los programas del ramo económico que se implementan por estas dependencias encargadas, situación que revela el desconocimiento que hay en los gobiernos sobre el patrón de comportamiento de la sociedad tamaulipeca, misma que es vista por las autoridades como un recurso en los periodos electorales.
Agrega que estas intenciones políticas disfrazadas de “caridad”, son el factor detonante para que los índices de pobreza se disparen en la región, dado como saldo más de 13 millones de pobres en el país.
Errónea visión de desarrollo
De esta forma agrega que los funcionarios públicos, tienen un erróneo concepto del desarrollo de un Estado o municipio, ya que están convencidos de que al estimular el ámbito económico por consecuencia y de manera casi “mágica” se solucionarán los problemas con el resto de los sectores, visión que señala la experta como equivocada.
Por su parte Abigail Flores, socióloga, coincide con el análisis de la experta al señalar que en ningún momento las autoridades se preocupan por el bienestar de la ciudadanía, ya que todo lo miden en cifras y estadísticas.
Señala que actualmente todos los problemas sociales del país, se han convertido en una guerra de estadísticas y cifras donde mencionarte hasta instituciones tan serias como INEGI y Coneval han sido alcanzadas al desmentir sus datos, lo que hace que la recuperación en este sentido sea más complicada para elevar la economía nacional.
Agencias