Un alivio que está de moda

11/10/16.-Aunque no curan, las vendas neuromusculares alivian el dolor muscular, articular y tendinoso en personas con lesiones, y deben ser colocadas por fisiatras, kinesiólogos, traumatólogos o rehabilitadores debidamente entrenados.

Alberto Padilla Dieste, especialista en traumatología, ortopedia y medicina deportiva, comenta que la técnica se conoce como «Kinesiotaping» y fue descrita por el médico Kenzo Kase en Japón hace más de 30 años.

«Son vendas elásticas autoadheribles que se colocan sobre la piel, en la ruta de músculos, tendones, ligamentos, articulaciones, y tienen la función de darle tensión a los tejidos», explica.

Controlan sintomatología del dolor

Favorecen la circulación sanguínea, siempre y cuando se hayan colocado en una ruta correcta, ya que si se colocan en forma inadecuada, el flujo sanguíneo puede obstruirse.

Padilla Dieste comparte que usa las vendas ocasionalmente después de cirugías en pacientes con inflamación de rodillas, codos, tobillos y en lesiones como tendinitis del tibial, de los peroneos, tenosinovitis de las manos, entre otras.

Distintas técnicas de aplicación

Las vendas están elaboradas de materiales sintéticos, con pegamento en una de sus superficies, o bien, también se puede rociar sobre la piel un spray que funciona como pegamento para mejorar su adherencia.

«La piel debe estar seca, limpia, sin heridas o lesiones, y si el paciente es muy velludo, hay que rasurarla. Una vez cerrada la herida de una cirugía, se puede colocar si hay inflamación», explica Padilla Dieste.

Estas cintas se colocan con cierta tensión del 25, 50 o 100 por ciento y esto depende de qué se quiera o necesite tratar, enfatiza el especialista.

Existen distintas técnicas de aplicación: la forma de pulpo se abre en diferentes «brazos» o tiras para abarcar áreas más amplias, y así ayuda a la inflamación en rodillas, manos, codos y hombros.

La forma «U» se usa en los dolores de rodilla, la forma «V», en la tendinitis del manguito rotador del hombro, la forma «I» es la lineal y la forma «H» se pone en la parte lumbar baja o cervical para los dolores de la columna.

Se pueden poner desde el rostro hasta las extremidades inferiores y hay de muchos colores, ya que su autor piensa que ciertos tonos, como los pastel, poseen cierta influencia sobre el dolor y el alivio al verlas.

Agencia Reforma

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