22/04/15.- ¿Sospechas que tu novio sigue pegado a tu suegra? ¿Estás hasta el copete de ella y no sabes cómo darle la vuelta? No cambies de página, te conviene seguir leyendo. No es lo mismo que tu chico quiera y procure a su madre, a que la llame cada hora, pida su opinión antes de tomar cualquier decisión, le dedique todos los fines de semana, te compare con ella, la idolatre, le dé chance de hablar mal de ti (incluso en tu presencia), busque su aprobación, etc.; hay mujeres desesperadas porque descubren que su chico, lejos de «cambiar cuando por fin estuvieran juntos», es un caso crónico de «mamitis». La verdad, no cambian, lo mejor es enfrentarlo y si tiene que elegir, pues que elija. Hay grados; puede ser un problema que hay que tolerar de vez en cuando pero puede convertirse en tu peor pesadilla.
Algunos consejos para llevar mejor la mamitis de tu pareja
-No hagas comentarios sobre su madre; no te desvíes, concéntrate en el comportamiento de tu pareja, nada más. Si te quejas, que sea directamente con él.
-Distancia; si es posible, la máxima posible entre ustedes y ella.
-Poner límites; por ejemplo con las visitas o con el número de llamadas o los horarios de las mismas.
-Si la cosa se pone fea, tendrás que tomar una decisión; dejarlo o pedir ayuda profesional para solucionarlo.
A veces es necesario un cursillo para neutralizar suegras metiches, pero si persisten las molestias como dice el doctor, hay que consultar a un especialista. El ninguneo que sufre la pareja de quien padece mamitis es muy frustrante, puede acabar en discusión y la discusión en separación. En general, aquéllos que la padecen, presentan una gran dependencia emocional de sus madres, son inmaduros e inseguros y puedes darte cuenta tarde de que lo que tienes realmente en casa es a un niño.