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Todo grupo religioso debe reportarse al SAT


18/04/2016 – Adriana Lozano Rodríguez, administradora local de atención al contribuyente en el SAT, señala que independientemente de las actividades que lleve a cabo toda asociación religiosa o agrupación que inicie, debe cumplir con obligaciones y regularizarse ya que no están exentas de auditorías.
Señala que al igual que a todos los contribuyentes, los representantes o dirigentes de las AR deben considerar el riesgo de ser sorprendidos.

Tiempos

“Tienen un periodo después del arranque de sus actividades para que se integren de manera voluntaria, de lo contrario pueden por igual hacerse acreedores con multas o sanciones administrativas; las Asociaciones Religiosas tienen ingresos que se exentan del pago de impuestos, sin embargo deben reportar cuando tienen actividad lucrativa, debiendo por ello ponerse al corriente con sus obligaciones fiscales”, expone.
Manifiesta que aunque no hay una campaña de verificación, las acciones para regularizarse dependen de quien las dirige y en su caso igual son las responsabilidades y sanciones a las que pudieran hacerse acreedores.

“No vemos si son de tal o cual, lo que consideramos es la intención y la formalidad de cumplir, pueden acercarse al SAT para dudas o asesorías”, dice.
Refiere que las asociaciones religiosas tienen ingresos exentos, entre los que se incluyen diezmos u ofrendas o limosnas, al ser parte de las necesidades y fines de la agrupacion, pero si realizan actividad lucrativa diferente como organización de convivios para recaudar fondos, deben informar a fin de determinar si hay obligación a cumplir por ellos.
Reitera que las diferentes administraciones van de la mano, como es el caso de auditorías, por lo que toda agrupación que inicie actividades y no reporte en tiempo, y de llegarle notificaciones pueden hacerse acreedoras a sanciones que van desde administrativas a las multas, debiendo por ello evitar caer en irregularidades o incumplimientos.

Regulados

Efraín Pelayo, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, señala que en el caso de la Diócesis de Matamoros tiene personal jurídico y cada sacerdote es responsable de llevar cuentas de los ingresos y egresos que tienen.
“En nuestro caso tratamos de llevar la mejor administración de nuestros recursos conforme nos lo pide la Secretaría de Hacienda (SAT), no es complicado y menos cuando no se tienen millonadas, siempre se han llevado registros, pero ahora se tienen que hacer declaraciones o informes a través de contadores que nosotros mismos elegimos, la mejor administración es no gastarse más de lo que se tiene”, expresa.
Señala que pese a que los tiempos han ido cambiando y que las aportaciones que se dan como limosnas han ido disminuyendo, igual llevan registros electrónicos que les permiten tener un mejor cumplimiento, dependiendo en todo caso de cualquier agrupación cumplir como todo contribuyente las obligaciones para evitar sanciones posteriores.

“Sabemos lo que nos toca hacer, estamos capacitados para ello, pero igual la sana administración dependerá de llevar bien las cuentas en todos los sentidos”, comenta.
En el SAT, igual en las asesorías, se les hacen ver los beneficios de integrarse a un régimen fiscal aplicable a las asociaciones religiosas, actualizarse y ante todo cumplir con las obligaciones para evitar sanciones posteriores que les impida seguir.

Ruth Salazar

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