22/09/15.- Dicen que los nervios traicionan y cuando se presentan en alguien que será intervenido quirúrgicamente pueden propiciar complicaciones durante la operación, señaló la maestra en psicología clínica Yara Brom.
Esta situación, llamada estrés preoperatorio, sucede cuando un paciente se angustia anticipadamente por las consecuencias o riesgos de una cirugía.
Si una persona está nerviosa en el quirófano, detalló, puede aumentar su presión sanguínea, y será necesario utilizar más anestesia para tranquilizarla.
«La percepción de la amenaza, de peligro, hace que el cuerpo reaccione secretando adrenalina, esto hace que suba la presión, que suba el ritmo cardiaco y será necesaria más anestesia durante la operación», explicó la ex jefa del departamento de psicología en el DIF.
El estrés preoperatorio parte del miedo a morir durante un procedimiento quirúrgico o a no recuperarse de él satisfactoriamente, planteó la especialista.
Aunque los médicos reconocen que el estrés afecta al paciente antes de la cirugía, afirmó, no existe en el sistema de salud nacional un protocolo que garantice atención prequirúrgica, independientemente de la intervención.
Ante eso, la psicoterapeuta diseñó un método de relajación que permite atender a los pacientes próximos a operarse, basado en el modelo Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR), técnica enfocada en manejar el estrés y la ansiedad anticipada.
Avalado por la Asociación Americana de Psicología, este método fue utilizado en veteranos de la guerra del Golfo con estrés postraumático.
Yara Brom, psicoanalista por la UNAM, lo acopló para trabajar la ansiedad y el estrés en el paciente prequirúrgico.
El protocolo consta de ocho fases divididas en cuatro sesiones, donde trabaja los temores de los pacientes, los pensamientos catastróficos que tienen (motivos del estrés), los relaja a través de técnicas de respiración y los instruye sobre cómo tranquilizarse aun sin psicoterapeuta.
Las primeras dos sesiones pueden realizarse 15 días antes de la operación, aunque, dijo, los tiempos son flexibles, con una duración estimada de una o dos horas.
La tercera sesión se realiza un día antes de la intervención, lo más tarde posible, con la finalidad de que el paciente pueda dormir tranquilo, y la última sesión se lleva a cabo minutos antes de que entre al quirófano, en la zona conocida como prequirúrgico.
A la fecha ha atendido aproximadamente a 30 pacientes, incluidos niños con trasplante de médula ósea, con diferentes procedimientos quirúrgicos.
Con más de ocho años investigando dicha terapia, la psicóloga agrega que también sirve para el paciente que, pese a saber que debe ser intervenido, lo pospone y para aquel que pasó por una cirugía difícil, como una amputación o extirpación.
Terapia EMDR
Esta técnica busca relajar al paciente para que la analgesia y la anestesia funcionen mejor.
-Explican al paciente el procedimiento al que será sometido y sus efectos.
-Brindan técnicas de autocontrol.
-Evalúan e identifican los motivos del estrés.
-Normalmente son cuatro sesiones, una 15 días antes de la intervención; otra una semana antes de la operación, un día antes y la última minutos antes de entrar al quirófano.
*En el caso de los niños, las terapias se llevan a cabo con juegos y dibujos.
…Y en casa
Para relajarse, Yara Brom, experta en psicología clínica recomienda:
-Sentarse en un lugar tranquilo.
-Si es una silla, plantar los pies en el suelo.
-Si es en un cojín o en el piso, cruzar las piernas.
-La espalda recta.
-La palma derecha sobre la izquierda, y pulgar con pulgar, sobre el regazo.
-Realizar ejercicios de respiración:
Inhalar mientras repite mentalmente la palabra adentro.
Exhalar mientras dice la palabra afuera.
Concentrarse en la respiración.
Información: www.estoylistodoc.com
Agencia Reforma