1/04/17.- Una avalancha por la súbita crecida de tres ríos arrasó varios barrios de Mocoa, capital del departamento selvático del Putumayo, dejando al menos 193 muertos, 202 heridos y un panorama desolador en esa ciudad colombiana declarada hoy en estado de calamidad.
El último balance de víctimas, que incluye un número indeterminado de desaparecidos y damnificados, lo dio el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien hoy visitó la zona del desastre, un lodazal con piedras gigantescas arrastradas por los ríos hasta el centro mismo de esa ciudad de unos 45 mil habitantes.
«Lamentablemente la más reciente cifra por tragedia en Putumayo es: 193 fallecidos y 202 heridos. Solidaridad con sus familias», escribió el presidente en su Twitter sobre esta tragedia causada por un fuerte aguacero que comenzó anoche y que hizo desbordar el río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos.
La tragedia supera el más reciente desastre natural de Colombia, el de otra avalancha que destruyó el 18 de mayo de 2015 la localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia, dejando al menos 104 muertos.
Según el mandatario, «hay mucha gente desaparecida» y se está haciendo un censo de las personas que no han sido halladas, con base en las informaciones que están suministrando los familiares.
Entre las víctimas hay al menos 10 niños que todavía no han encontrado a sus padres y están bajo los cuidados del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad oficial de protección a la infancia.
El propio alcalde de Mocoa, José Antonio Castro, quien no ha podido llegar a la ciudad porque ayer estaba en un congreso de municipios en Cartagena de Indias, dijo a periodistas en Bogotá que él también está entre los damnificados porque la avalancha se llevó su casa, pero su familia está a salvo.
La magnitud de la catástrofe se agrava por el aislamiento de esta zona de Colombia, situada en la región amazónica, en la frontera con Ecuador, que carece de suficientes vías de acceso, pues solo se puede llegar a Mocoa por vía aérea o por precarias carreteras que la comunican tras varias horas de viaje con las ciudades de Neiva y Pasto.