13/12/16.-Si Donald Trump quiere a un socio de mano dura que le ayude a transmitir sus posturas de campaña a políticas a ras del suelo, Rex Tillerson parece ser su hombre. El hasta ahora director general y presidente de gigante energético ExxonMobil y futuro secretario de Estado en la administración Trump conoce como la palma de la mano los subsuelos de América del Norte y ha seguido de cerca los avances y retos de la reforma energética de Enrique Peña Nieto.
En 2012, en un foro del Consejo de Relaciones Exteriores de EU (CFR, por sus siglas en inglés), Tillerson pontificó en torno al potencial de hidrocarburos que daría a la región del TLCAN una independencia energética de frente al resto del mundo. Al afirmar que Canadá, Estados Unidos y México tienen enormes recursos naturales, advirtió también que las tres naciones «administran sus recursos de forma diferente».
A contrapelo de lo que Trump, su antiguo amigo e inminente jefe, ha dicho desde su campaña en cuanto a lo negativo y desastroso que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha sido para EU, Tillerson dijo que en realidad representa una gran plataforma para concretar el sueño de la independencia energética que hasta Hillary Clinton planteó en su campaña electoral.
«Estos tres países tienen una larga tradición histórica en el libre comercio a través del TLCAN y, debido precisamente al TLCAN, tienen una relación cercana a través de sus economías, a través de las coinversiones entre sí. Y, ciertamente, entre nosotros tres hay una larga relación histórica en abastecimiento energético», dijo Tillerson ante el CFR.
En ese momento, cuando en México se jugaban las campañas para la crucial elección de 2012, Tillerson mostró sensibilidad y conocimiento de la agenda energética de los tres principales candidatos a la elección mexicana.
«Si escuchan a los candidatos presidenciales de México», afirmó entonces, «todos ellos han dicho que nosotros apoyaremos las continuas reformas a Pemex que conducirán a un mayor desarrollo de sus recursos nacionales, que son relevantes para su economía, son importantes para su seguridad energética, e importantes para el crecimiento de nación».
Ese año también hubo elecciones en EU y muchos vieron al entonces candidato del Partido Republicano Mitt Romney como un vocero de los intereses de ExxonMobil y Rex Tillerson, a quien se le acusó de inmiscuirse en los asuntos internos energéticos de México. El propio Tillerson afirmó que él había hablado directamente con políticos y líderes mexicanos sobre la necesidad de empujar las reformas a fin de acelerar la integración del país a su proyecto energético regional.
Enfocado al tema energético, Tillerson dijo que los tres países de América del Norte tienen el potencial para producir hasta 18 millones de barriles diarios de energéticos a 2020 si acaso se daban las condiciones propicias, como las inversiones en EU y Canadá y las reformas pertinentes en México.
Todavía en 2013, en una entrevista con Charlie Rose, Tillerson dijo que esperaba que en 2020 los tres países culminaran su integración energética y que dejaran de depender de las importaciones de otras regiones.
Agencias