13/02/2017 – A consecuencia de la pérdida de valores en el ser humano y la falta de leyes que protejan la integridad de los animales, cientos de ellos viven en condiciones de vulnerabilidad y maltrato, pues además, las personas que se dedican a darles auxilio, a buscarles un ambiente digno para su desarrollo, no cuentan con apoyo de las autoridades.
Belem Ramos, presidenta de la Asociación Ayuda por Ayudar, Rescatistas Unidos, informa que se dedican a salvar animales que sufren accidentes, que son abandonados o que se les reportan en condición de maltrato o explotación, principalmente perros y gatos.
Labor
“Somos animalistas, los llevamos a nuestro refugio, los curamos, los alimentamos bien y los damos en adopción”, comenta.
El médico veterinario Arturo González Barrón les apoya en esta noble tarea, cuyos pacientes le llegan con golpes, laceraciones de la piel, fracturas y con mucho nerviosismo por haber vivido en condición de tortura, tienen miedo al hombre. Algunos llegan a perder sentidos, como la vista, el oído, incluso, se les tienen que hacer amputaciones para salvarles la vida.
Se cree que las personas desfogan sus corajes o emociones contenidas por tantos problemas, como el desempleo, pobreza, conflictos de familia y otros, agrediendo a sus mascotas.
Un caso muy mencionado en las redes sociales fue el de un perro al que bautizaron como «Bomberito», ya que los elementos de Bomberos lo rescataron de una alcantarilla, este animal sufrió lesiones graves que ameritaron intervención quirúrgica.
Benefactoras
Algunos de estos especímenes sólo viven en condición de calle, pero el equipo de trabajo de Belem Ramos: Patricia Figura de Ruiz, Ana Tavera de López, Marta Alicia Carrillo y Vero Estrada, ponen empeño y recursos para salvaguardar su integridad, asistirlos para que sanen y buscarles un hogar donde los cuiden y los quieran.
Cada mes atienden entre 20 y 30 casos de este tipo, pero se han enfrentado a situaciones complicadas cuando les llegan hasta 50 en el mismo periodo, al puntos de decir “ya no más”, porque lamentablemente la organización trabaja con recursos que aportan sus integrantes, pues aunque reciben algunos donativos de familiares, amistades y la población en general que simpatiza con su labor, no tienen ningún tipo de apoyo del gobierno.
Ellas realizan venta de alimentos, de accesorios para animales, hacen diversas actividades para cubrir las necesidades del refugio, desde que los animales llegan al refugio enfermos o heridos, hasta que se les entrega a su nuevo hogar, con las familias que los piden.
Sin defensa
Su función por ahora se limita al rescate, curación y promoción de su adopción, ya no que hay un esquema legal que permita promover sanción contra quienes olvidan que son seres vivos que gozan de derechos elementales, aun cuando no exista una ley que así lo contemple.
Agencias