26/08/2016 – Silenciosamente el Valle de Texas está reviviendo la crisis humanitaria originada por la migración de miles de niños y jóvenes indocumentados procedentes en su mayoría de países centroamericanos.
Están preparados
La hermana Norma Pimentel, directora de Caridades Católicas, que brinda ayuda a los migrantes, expresó que actualmente en estas fechas el número de familias que llegan diariamente se ha vuelto a incrementar, casi igual al de 2014. “La diferencia es que ya estamos preparados; la Patrulla Fronteriza ya está más organizada, y no vemos una gran cantidad de personas que se quedan atoradas aquí en esta área, pero es un hecho que son muchos los que están viniendo”. Pimentel manifestó que diariamente el número de personas que recibe este centro no baja de 75-80 a 100-150. “Muchas familias están llegando en grupos de 35 a 40 de forma constante”, aseveró.
No se va a acabar
Pese a que las cifras disminuyeron en el 2015, Pimentel aseguró que las familias siguen viniendo. “No han dejado de venir, porque los factores por los que migran continúan ahí”. Señaló que las personas siguen repitiendo las mismas historias, la violencia no cesa en sus países de origen, por lo que esto se ha convertido en una realidad global. Entre los factores de migración, Pimentel mencionó la situación política de Estados Unidos como uno de los tantos, además del aliciente de los traficantes. “La migración no va a cesar pronto; cuando todo comenzó pensábamos que era un par de días, pero ya tenemos dos años, y el sufrimiento y la violencia en todas partes continúa; no hay estabilidad y la gente migra porque tiene miedo, y mientras no se den soluciones a todo eso, vamos a seguir recibiendo familias migrantes”.
Ayuda necesaria
Otro de los factores que no ha cesado es la ayuda y buena voluntad de las personas, ya que increíblemente se ha mantenido este centro recibiendo soporte. “Claro que ahora las cosas han cambiado de cuando iniciamos este esfuerzo, pero tanto los voluntarios como la ayuda sigue siendo continua”. Específicamente, entre las necesidades que se requieren, imperan productos de higiene personal, mochilas, zapatos, playeras, pantalones de tallas pequeñas, alimentos y agua. “Todo es bien recibido y agradecido”, concluyó Pimentel. Para contribuir se pueden comunicar con Caridades Católicas o directamente donar por medio de la página de Internet.
Agencias