21/05/2017 Madrid.- El estadio de La Rosaleda ejercerá este domingo como juez de la liga Española en un duelo que acapara toda la atención y la emoción en la última jornada, en la que el Real Madrid se juega el título liguero, para lo que basta un empate, y el Málaga, la honra de demostrar su profesionalidad.
De Tenerife a Málaga. De lo vivido dos temporadas consecutivas en 1992 y 1993 en el Heliodoro Rodríguez López, con dos Ligas que dejó escapar el Real Madrid y tomaron rumbo a Barcelona, a La Rosaleda con la misma situación de tener en su mano la resolución del pulso por el trono liguero. Dos madridistas en los banquillos. De Jorge Valdano a José Miguel González ‘Míchel’, ahora técnico del Málaga. El morbo está asegurado.
Son dolorosos recuerdos del pasado de los que huye el actual Real Madrid de Zinedine Zidane. Con mentalidad ganadora, sin especular con el resultado. Lanzado en el momento decisivo de la temporada, con récord de partidos consecutivos marcando, su mejor temporada a domicilio y más goles incluso lejos del Santiago Bernabéu (56 tantos por los 48 de local).
El Real Madrid saldrá por el triunfo ignorando la opción de ser campeón con el empate. Zidane apostará por el equipo que ha dado el paso definitivo hacia la conquista del título. Con Isco Alarcón ocupando el hueco de Gareth Bale, cuya baja permitió un cambio de sistema con un cuarto centrocampista que ha sido clave. Tanto como el dulce momento goleador de un Cristiano Ronaldo que admitió las rotaciones y recoge los premios. Trece goles en sus últimos ocho partidos muestran su papel estelar.
Con el once definido, las bajas de Pepe, Dani Carvajal y Bale, pese a que toda la plantilla madridista viajó a Málaga, el único cambio que puede introducir Zidane sería meter a Nacho Fernández de lateral derecho por Danilo. El rendimiento del brasileño en los últimos compromisos lo puede impedir, viendo además que Carvajal apunta hacia la final de la Liga de Campeones de Cardiff.
El Málaga, que está en su mejor momento de una campaña irregular, quiere asegurarse su undécima plaza actual y, con independencia de las consecuencias que pudiera tener para terceros, ganar el partido y prolongar su racha de una sola derrota en diez partidos, sobre todo para acallar los comentarios y suspicacias que han surgido ante el madridismo de su técnico, José Miguel González ‘Míchel’.
Sin nada en juego, pero picados en su orgullo, los malaguistas pretenden competir de tú a tú y ponérselo difícil al todopoderoso Real Madrid, en especial para dejar clara su profesionalidad, por lo que la idea es jugar con intensidad, la misma con la que han afrontado la buena recta final de Liga que han protagonizado con Míchel.
El pasado madridista de su entrenador y de varios jugadores como Luis Hernández, Juan Carlos Pérez, Miguel Torres y Diego Llorente ha levantado muchas suspicacias, sobre todo desde Barcelona, al estar implicados los azulgranas en esta dura lucha por el título liguero.
Los antecedentes no son muy halagüeños para el Málaga, pues en sus quince duelos contra el Madrid sólo le ganó una vez como local (3-2) y fue en 2012 con el chileno Manuel Pellegrini en el banquillo, mientras que empató cinco partidos, el más reciente por 1-1 la pasada temporada, y perdió nueve, algunos de ellos por goleada.
Míchel recupera al centrocampista Ignacio Camacho, una vez cumplida su sanción, pero tiene la baja del central Diego Llorente, cedido por el Real Madrid y que por contrato no puede jugar. Se perfila como sustituto el argentino Martín Demichelis, que ha anunciado su retirada después de este choque, o el venezolano Mikel Villanueva, que lleva varias semanas sin jugar.
Agencias.