Agencia Reforma 7/04/15.- La quimioterapia tiene efectos secundarios que se presentan en algunos pacientes con cáncer y que pueden ser prevenidos o tratados de forma inmediata, por eso es importante estar alerta a las señales del cuerpo.
Samuel Rivera, oncólogo del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, refiere que aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes con cáncer desarrolla complicaciones óseas o una baja importante en las defensas debido a los efectos secundarios de la quimioterapia.
Antes de ser osteoporosis, en las etapas iniciales se presenta disminución de calcio en los huesos (osteopenia).
«Cuando en un paciente se detectan datos de descalcificación, se deben vigilar sus niveles de vitamina D en sangre, y en caso de presentar una disminución, administrar suplementos para que el calcio tenga mejor absorción», detalla el oncólogo.
Si el paciente sigue con descalcificación, se utilizan medicamentos que promueven la salud ósea como un anticuerpo monoclonal que limita las células que están consumiendo el hueso.
Otra reacción adversa secundaria a la quimioterapia es la neutropenia, es decir, la disminución de neutrófilos, células que nos protegen contra infecciones causadas por bacterias.
«Es probable que la neutropenia no presente ninguna manifestación, nosotros la detectamos por medio de un conteo de glóbulos blancos que se hace con una biometría hemática.
Para prevenir la neutropenia, los oncólogos pueden aplicar en las 24 horas posteriores a la quimioterapia un medicamento que se conoce como factor estimulante de colonias e impide que se presente este efecto secundario.
Al estar el organismo más susceptible a infecciones durante la quimioterapia, es muy importante que el paciente acuda a revisión con el odontólogo cada 1 a 3 meses para detectar oportunamente cualquier signo de infección, recomienda la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer.
El paciente también debe poner especial atención a su higiene bucal, usar pasta con flúor especial para bocas resecas y un cepillo de cerdas suaves; además de evitar los refrescos y los alimentos ácidos, picantes o muy condimentados, que pueden dañar los dientes.
En cuanto a las náuseas y los vómitos, éstos suelen aparecer en la primeras 24 horas después de recibir la primera sesión de quimioterapia, pero pueden intensificarse alrededor del tercer día.
Algunas recomendaciones para prevenir las náuseas son no ir a la quimioterapia en ayunas, comer poco y con frecuencia, evitar los dulces y los alimentos grasosos, chupar cubitos de hielo y tomar infusiones suaves.