07/05/18.- La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, lanzó este lunes una campaña centrada en los niños y destinada a luchar contra el abuso de opioidesy contra el acoso en Internet, una misión que ha despertado escepticismo debido al comportamiento hostil en Twitter de su marido, Donald Trump.
La campaña, con el nombre ‘Be Best’ (Sé mejor), sirve a Melania para reclamar el papel que tradicionalmente han ocupado las primeras damas con la promoción de un cambio social específico, alejado de las disputas partidistas y que permite a las inquilinas de la Casa Blanca dejar su sello en la historia del país.
Entre los presentes, había responsables de varios gigantes tecnológicos como Google, Microsoft, Facebook, Twitter, Amazon y Snap, así como grupos de la sociedad civil que piden una mayor seguridad para los niños en Internet, como el Instituto de Familias por la Seguridad en la Red.
Melania narró la historia de una niña llamada Kalani Goldberg y originaria de Arizona que, ante el constante acoso que enfrentaba, llegó a colgar un vídeo en Internet en el que denunciaba: «Todos los días ustedes me están haciendo daño. Todos los días ustedes se están haciendo daño, así que por favor paren. Paren de hacerme daño».
La pequeña Goldberg estaba en la Casa Blanca y recibió los aplausos de la audiencia cuando Melania reconoció el valor que había mostrado al contar públicamente lo que le estaba ocurriendo.
La primera dama ha recibido críticas por su objetivo, que ya anunció en la campaña electoral, de dedicarse a combatir el acoso en las redes sociales, puesto que su marido no muestra ningún reparo a la hora de emitir cruentas burlas o arremeter contra sus enemigos en Twitter.
En su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, rechazó la idea de que Trump favorezca en Twitter un clima de acoso y aseguró que, desgraciadamente, el hostigamiento en Internet entre niños lleva siendo «problemático» desde hace una década.
Además de acabar con el ciberacoso, Melania se comprometió a promover el bienestar de los niños y a luchar contra la crisis de abuso de opiáceos, que mata a 175 estadounidenses cada día.
Confesó que la primera vez que se dio cuenta de las «consecuencias reales» del abuso de opioides fue hace dos años, mientras hacía campaña con su esposo, y sintió tal impacto que decidió visitar algunos de estados más castigados por la «epidemia», como Virginia Occidental y Ohio.
En particular, Melania ha desarrollado un interés especial por las consecuencias del abuso de opioides en niños y bebés de madres adictas.
Como parte de su plataforma ‘Be Best’, Melania quiere promover programas que eduquen a las familias de los riesgos de consumir opiáceos durante el embarazo, lo que puede resultar en el síndrome de abstinencia neonatal (NOWS, en inglés), que pone en peligro la vida del bebé.
Agencias