Piden apoyo a FBI en caso de universitario abatido
Arlington, Texas/Agencias 10/08/15 .- Un jefe de policía de Texas prometió transparencia al anunciar que el FBI se sumaría a la investigación sobre la muerte de un jugador de futbol americano universitario, abatido por disparos de un policía durante un aviso por robo en un concesionario de automóviles.
Se ha solicitado a la oficina de campo del FBI en Dallas que ayude a investigar la muerte de Christian Taylor, un afroestadounidense de 19 años que estaba desarmado cuando recibió los disparos de un agente de policía blanco en la madrugada del viernes, indicó en una rueda de prensa el jefe de policía de Arlington, Will Johnson.
La muerte de Taylor se produjo dos días antes del primer aniversario de la muerte de Michael Brown, un joven negro de 18 años que estaba desarmado cuando murió por disparos de un policía blanco en Ferguson, Missouri. La muerte de Brown afianzó el movimiento «Black Lives Matter» («Las vidas de los negros importan») y provocó protestas en ocasiones violentas.
Johnson mencionó el clima actual durante la conferencia de prensa, señalando que «nuestra nación ha estado lidiando con las cuestiones de injusticia social, inequidades, racismo y mala conducta policial», y que su departamento «promete actuar de manera transparente».
Baja administrativa
El policía de Arlington Brad Miller quedó de baja administrativa después de la balacera. La policía subrayó que el agente nunca había disparado su arma antes en el cumplimiento del deber.
Johnson dijo que Miller y otro agente encontraron a Taylor «deambulando libremente» en el interior de la distribuidora de autos cuando llegaron al lugar, pasada la una de la madrugada del lunes.
Los agentes dijeron a Taylor que se entregara y se tendiera en el suelo, pero se negó, dijo el jefe. Los policías vieron que trataba de escapar del local y lo siguieron.
El incidente terminó cuando Miller disparó su arma reglamentaria cuatro veces a Taylor, y alcanzándole al menos en dos de los disparos, dijo Johnson. El agente que estaba con Miller -su oficial instructor, con casi dos décadas de experiencia- empleó su pistola eléctrica, pero no un arma de fuego.
Johnson declinó en varias ocasiones describir la confrontación o decir a qué distancia estaba Taylor de los agentes antes de que Miller abriera fuego.
La policía
La policía había acudido a la agencia de autos Classic Buick GMC en Arlington, ubicada aproximadamente 16 kilómetros (10 millas) al oeste de Dallas, después de ser contactada por una compañía que opera cámaras de seguridad para la distribuidora de vehículos.
La policía fue avisada que alguien había ingresado en auto al recinto, comenzó a dañar otro automóvil y luego atravesó con su vehículo el ventanal principal de la agencia. Johnson dijo que Taylor parecía haber pateado el cristal delantero de un vehículo.
Parte de la crítica nacional sobre el uso de la fuerza por parte de la policía durante el último año ha ocurrido en internet, y la muerte de Taylor resonó en los medios sociales, con algunos mensajes cuestionando la narración oficial de hechos y exigiendo que se presente un video de los hechos.
La policía informó que investiga la muerte de Taylor tanto como un posible caso criminal como para determinar si se violaron las normas del departamento.
Taylor se graduó el año pasado del centro de secundaria Mansfield Summit en Arlington y aparecía en la plantilla de Angelo State como un defensa de 1.80 metros y 81 kilos (5.9 pies y 180 libras).
El caso
Según se supo, un joven había estrellado el viernes su automóvil contra la vidriera de una tienda en esa ciudad texana cuando dos oficiales fueron enviados al lugar. Según informaron las autoridades, el muchacho no obedeció los llamados de los agentes para que se entregara y luego comenzó un enfrentamiento tras lo cual un policía disparó cuatro veces y mató al joven. Pero, aparentemente, estaba desarmado. “Si en el operativo se violaron derechos habrá consecuencias”, señaló el jefe de la policía de Arlington, Will Johnson. En tanto, la familia, la universidad y el equipo de futbol del estudiante fallecido expresaron su conmoción por lo ocurrido.
Su padre admitió que lo que hizo el joven no estaba bien, pero cuestionó el accionar policial. “¿Por qué le dispararon a un hombre desarmado? Un joven de 19 años, desarmado, ¿y le disparan?”, increpó. En Ferguson, esa ciudad de 20,000 habitantes cerca de St. Louis, Missouri, donde se desató hace un año la furia de la población, todavía impera el malestar, sobre todo porque el policía que mató al joven, Darren Wilson, fue exonerado por la justicia. Sin embargo los hechos de Ferguson y otros casos de violencia policial que sobrevinieron después, encendieron al rojo vivo el debate a nivel nacional y eso ha generado algunas consecuencias positivas.
En ese sentido, una investigación federal reveló que existe un patrón racista en la policía local e incluso el FBI aseguró que muchos agentes tienen prejuicios raciales. También se han colocado cámaras en los uniformes de los policías para que los operativos puedan ser grabados. La Casa Blanca además lanzó un plan de mejora de las prácticas y estadísticas policiales y se dio la orden de frenar la entrega de equipos militares a las fuerzas de policía locales. Pero las causas de fondo son más complejas y la pregunta que se hacen aquí es si la policía en Estados Unidos es demasiado agresiva, sobre todo si se la compara con otros países desarrollados, y si se ensaña particularmente con las minorías, sobre todo raciales.