27/01/2016 – Ciudad de México (Agencias).- En apenas tres meses desde sus anteriores cálculos, cuando situó su previsión para 2016 en los 51 dólares el barril, el BM ha rebajado de manera notable sus estimaciones hasta los 37 dólares de media y advirtió que esta tendencia se mantendrá «por algún tiempo».
Factores
Esta revisión a la baja responde a varios factores entre los que se encuentran la autorización a las exportaciones de Irán tras el fin de las sanciones fruto del acuerdo nuclear con las potencias internacionales; la «resistencia» mostrada por los productores estadounidenses a los actuales bajos precios al mejorar su eficiencia y el «cálido invierno» en el hemisferio norte.
Asimismo, las «débiles» perspectivas de crecimiento económico en mercados emergentes contribuirán a este descenso de los precios ante una menor demanda de algunos de estos países, con China a la cabeza. Los mercados emergentes han sido «las principales fuentes de demanda desde comienzos de siglo, por lo que una mayor ralentización podría reducir el crecimiento de sus socios comerciales y el apetito global», recalcó el informe.
Efectos
Los efectos de esta caída son opuestos en los países productores, los grandes perjudicados, y los consumidores, beneficiados al ver reducida su factura energética. No obstante, Ayhan Kose, director del Perspectivas de Desarrollo del BM, matizó que «toma un tiempo que los beneficios de estos menores precios de materias primas se transformen en mayor crecimiento económico entre los importadores, mientras los exportadores están sintiendo el problema ahora mismo». Entre los más afectados, la principal institución de desarrollo global citó países como Ecuador, Rusia, Nigeria, Venezuela, Angola o Colombia. Para 2017, las previsiones sitúan el precio del barril de crudo en 48 dólares, según los datos del informe trimestral sobre materias primas del organismo. Este «gradual» repunte vendrá dado porque los productores se verán obligados «a recurrir a recortes de la producción ante las crecientes pérdidas, lo que probablemente compensará cualquier oferta añadida» y la demanda se espera que se fortalezca «ligeramente» en el medio plazo gracias a un repunte global.
Perspectivas
En cualquier caso, el reporte del BM recalcó que este rebote será mucho menor que los experimentados después de las fuertes caídas de 2008 y 1998, ya que las perspectivas están sujetas «a considerables riesgos a la baja». No se trata solo del petróleo, otras materias primas sufren factores similares, y los precios de los metales registrarán un descenso del 10 % en 2016 después de la caída del 21 % sufrida en 2015. En 2016, el hierro se prevé que caiga un 25 %, seguido del níquel, con un descenso del 16; y el del cobre, con una rebaja del 9 %; todos ellos lastrados por el frenazo de China y los altos niveles de suministro como consecuencia de la nueva capacidad instalada en países productores como Australia o Brasil.
Agencias