14/09/2015 – Meses después de celebraciones importantes como el Día del Niño, la Navidad, es cuando se observa mayor presencia de perros callejeros; “se ve más en ciudades grandes este tipo de situaciones, pero también en esta región”.
En pláticas por separado con residentes de esta cabecera municipal, indicaron que hay personas que definitivamente se les capta que respetan y aman a las mascotas, otras que llegan a tener buen cuidado de los animales, cuando se las regala algún ser querido, sobre todo su pareja sentimental, “en cambio también hay quienes una vez que pasa la novedad, las echan a la calle o simplemente les dejan de procurar la alimentación y solas se van las mascotas”.
Lapso crítico
Coincidieron al opinar que se genera un alza en la incidencia de perros en la vía pública, entre abril y junio, y también aunque en menor escala, los gatos.
“Es que los perros son más bonitos cuando están pequeños, a todos se les antoja acariciarles, pero ya después, van perdiendo la gracia, más que nada para quienes en realidad no son verdaderos amigos de las mascotas o que no les gusta cuidarlos».
Asimismo expresan que se llegan a ver casos en que se reciben por regalo del novio, pero en las situaciones en que se acaba la relación sentimental, el perro o gato, de acuerdo al caso, sufre las consecuencias, ya que automáticamente se acaban los cuidados y los cariños; “si ya no les importa el novio o la novia, menos la mascota”, aludió Sebastián, estudiante de primaria.
A la vez comentan que por fortuna el personal de Salud realiza con frecuencia brigadas de captura de mascotas callejeras, máxime cuando se observa considerable presencia en colonias de la periferia y en poblados pesqueros.
Otros factores
Se estima también entre los factores primordiales de incidencia figura la emigración de familias hacia otros puntos de la entidad o del vecino país del norte, en busca de mejores oportunidades laborales, así como a la falta de responsabilidad o desconsideración de los propietarios de mascotas.
Residentes de las colonias Jardín y Ladrillera de esta ciudad, comentan que se considera entre las razones por las que se observa la presencia de canes o gatos en la vía pública, “una es que gran parte de la gente no tiene espacios adecuados, ya sea que no tiene cercado su solar o la clásica casa del perro, no le mantiene amarrado y permite que ande suelto en la calle, máxime cuando se trata de un animal manso, lo peor es cuando representa un riesgo que es cuando muerde”.
Cambio
La céntrica circunstancia: se ofrece una mascota, como puede ser un can o un gato a los niños, por simple gusto o como parte de los regalos de cumpleaños, pero con mayor probabilidad en la Navidad.
Javier Manilla