19/09/15.- En ocasiones caemos en hábitos enfermizos cuando estamos en una relación y se vuelven parte de tu día a día, las personas se convierten en parte de nuestra zona de confort y cuando menos lo pensamos ya estamos en una relación tóxica, que no nos llena, pero seguimos alojados ahí por miedo, miedo a algo más que aún no conocemos.
Por esto, el coach Lewis Howes de Askmen.com recomienda lo siguiente para detectar y superar la situación, el momento de tomar la decisión o de seguir sumamente comprometidos con esa zona de confort que no nos da felicidad ni libertad.
Paso 1: Identifica que estás en una relación tóxica.
No es algo sencillo, pero de pronto dejas de ser auténtico, te sientes agotado, aburrido de lo mismo y no solo estando con la persona en cuestión, sino cuando estás solo y se supone deberías descansar. La energía se daña y te afecta a ti.
Paso 2 : Mantén un registro.
Si sospechas que estás pasando por una relación tóxica, toma nota de esas actitudes o situaciones que te han decepcionado o que no van de acuerdo a tu modo de ser o pensar; así podrás ver qué tanto están sobrepasando tus límites.
Paso 3 : Analiza si obtienes beneficios de la relación.
Obviamente, antes de concluir que estás en algo tóxico, intenta ver los beneficios de seguir con la persona, ¿te ayuda en algo?, ¿te hace sentir importante?, ¿reconoce tus logros?, ¿te apoya económicamente?, algo bueno debe haber por ahí, ¿o no?
Paso 4 : Es hora de tener esa conversación.
Si después de todo el análisis crees que es conveniente poner fin, no le des más vueltas, no pierdas más tiempo; hablen, sin distracciones, directamente al grano y de frente (eso es súper importante), cero mensajitos, Whatsapp o inbox. Sé firme y claro con lo que necesitas para transformar la relación o darla por finalizada.
Paso 5: Disfruta del amor propio. Tienes que reconocer que pase lo que pase, lo más importante eres tú, mereces amor, alegría y energía positiva y quizá no necesites rodearte de ciertas personas.
Si te rodeas de gente dramática y tóxica no conseguirás nada bueno.
Si alguien quiere frenar tu camino, es mejor que se vaya, ¿no lo crees?
Agencias/El Bravo