Lima, 19/01/18.- El papa Francisco instó en Lima ante el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, a luchar contra la corrupción, ese «‘virus’ social» que lo «infecta todo» y que perjudica, en particular, a los más necesitados.
«Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias de este bendito continente ese ‘virus’ social, un fenómeno que lo infecta todo, siendo los más pobres y la madre tierra los más perjudicados», dijo el Papa en la recepción que le brindó el presidente, en plena crisis política precisamente por supuesta corrupción.
La lucha contra este «flagelo» supone mayor «cultura de la transparencia entre entidades públicas, sector privado y sociedad civil», porque la corrupción «es evitable y exige el compromiso de todos».
Para ello, «exhortó» a las personas que ocupen algún cargo de responsabilidad que se «empeñen» en esta lucha que Perú se convierta en un espacio de esperanza y oportunidad para todos y «no para unos pocos».
Si bien el Papa ha condenado la corrupción en viajes previos, es inusual que lo mencione en presencia de un líder, que ha estado involucrado en un escándalo como Kuczynski.
Varios países de Latinoamérica han sido sacudidos en el último año por los escándalos de corrupción de la empresa constructora brasileña Odebrecht, que admitió sobornos a cambio de ganar obras públicas en toda la región.
Perú vive una crisis política derivada precisamente de la corrupción.
Los problemas del mandatario se desataron a mediados de diciembre, cuando la empresa constructora brasileña Odebrecht reveló que había pagado casi cinco millones de dólares en asesorías a empresas ligadas a Kuczynski mientras era ministro del entonces presidente Alejandro Toledo (2001-2006).
Hasta entonces Kuczynski había negado todo lazo con la cuestionada empresa, que después de decidir cooperar con la justicia peruana confesó que había pagado 29 millones de dólares en sobornos en el país a lo largo de tres gobiernos, de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
Kuczynski estuvo a punto de ser destituido en diciembre por mentir sobre sus lazos con la constructora brasileña en el gobierno de Alejandro Toledo, sobre el que pesa una orden de la justicia peruana para ser juzgado en el país también por corrupción en el mismo caso.
El presidente peruano, de 79 años, se salvó gracias al apoyo de la facción de Kenji Fujimori, a cambio, según cree la mayoría de los peruanos, de indultar a su padre, el autócrata Alberto Fujimori, que cumplía 25 años de cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad.
El Papa no se refirió al indulto y tampoco accedió a reunirse con familias de las víctimas de abusos durante el gobierno de Fujimori (1990 y 2000).
Humala permanece en prisión preventiva, acusado de recibir tres millones de dólares para su campaña electoral de 2011, mientras que contra Toledo pesa una orden de extradición desde Estados Unidos por recibir presuntamente 20 millones de dólares en sobornos para conceder a Odebrecht la construcción de una carretera.
Agencias