Ma. Teresa Medina
16/05/16
Es democracia, no utopía
En todos los municipios de Tamaulipas y sus principales ciudades, y desde la frontera, el centro, el altiplano, la costa y el sur se destacan grandes expectativas democráticas.
Todos los partidos, obviamente los más grandes, PRI y PAN, y sus respectivas militancias y simpatizantes hablan de las bondades democráticas.
Ha surgido un gran entusiasmo de profundizar en este método de elegir autoridades y gobiernos diseñado en la Grecia de hace más de 25 siglos, a la par de competencias que de pronto dan la sensación de sobrecalentar los ánimos de los contendientes y de los intereses políticos que orbitan a su alrededor.
Lo que no podemos dejar de advertir es la especie de panacea que la mayoría de los candidatos ofrecen como una respuesta milagrosa a todos los males que nos aquejan como sociedad.
Una irresponsabilidad y enorme mentira que por el cinismo y descaro con el que se promete, provoca el rechazo y la desconfianza de la ciudadanía que desde hace mucho dejó de tragarse cualquier cuento.
Todos sabemos bien que los mesías modernos, desde los primeros gobernadores panistas que tuvo el país, pasando por Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México, hasta “El Bronco” Jaime Rodríguez Calderón en Nuevo León, resultaron todo un fiasco, gobernando peor que sus predecesores priístas a quienes han criticado, atacado y ofendido hasta el cansancio.
Resultando que el balance de sus gobiernos no fue ni será el gran descubrimiento político de los nuevos tiempos, lo que tampoco significa que los gobiernos del PRI hayan tenido las llaves para que el país ingresará a vivir en el paraíso.
Recordemos que no existen promesas de campañas políticas que en los hechos de gobierno se tornen en obras perfectas.
¿Quién se ha creído semejante cosa para luego caer en las decepciones de que siempre no se corrigieron ni se arreglaron al cien por ciento las grandes problemáticas y crisis que hacen de nuestra convivencia social un mundo lleno de dificultades?
El hecho de que tengamos candidatos de todos los colores e ideologías no nos salvará de que un día de estos amanezcamos con una cruda democrática de todos los diablos.
Por favor: no confundamos la democracia con la utopía ni con las soluciones mágicas.
Tanto se criticó al PRI por haber gobernado durante 71 años, para de pronto caer en la docena trágica del PAN que empeoró todo el contexto nacional, surgiendo la violencia del crimen organizado cuya oleada brutal e inaguantable ha enfrentado el PRI en Los Pinos sin los resultados y salidas que todos quisiéramos.
De las apantallantes y hasta bonitas propuestas que todos los candidatos hablan, al ofrecer el oro y el moro, está en el aire la intención y el compromiso de arrasar con la corrupción y la inseguridad.
La escoba de Gustavo Cárdenas y la oferta del independiente Francisco Chavira son, por ejemplo, más que propuestas serias una especie de espectáculo que ni ellos mismo se creen, excepto conservar algunos privilegios políticos con los que negociarán beneficios personales y familiares en el futuro inmediato.
De cuatro más representando a Morena, PT, Encuentro Social y PRD las encuestas no les conceden, como a los dos anteriores, porcentajes que sobresalgan y valgan la pena considerar.
Son tan imperceptibles sus números como su lamentable realidad de ser casi completamente ignorados por el electorado, que ya deberían pensar seriamente en dedicarse a otras actividades.
Pero así es la democracia que carga con buenos y malos y hasta feos.
Un contexto donde todos tienen derecho a participar, liberales, conservadores y reaccionarios, pero medidos y pesados por el valor de sus propuestas, donde siempre fallan a la hora de explicar el cómo le van a hacer para cumplir sus programas de gobierno.
Una vez más: de lengua me echo un taco. Con tortillas de utopía o de aire. Así de fácil suele ser la participación en la mal llamada actividad “política”.
Y como siempre sucede, quedan en el candelero los dos más experimentados: PAN y PRI. El candidato del primero a la gubernatura, Francisco García Cabeza de Vaca acumulando querellas, y el segundo, Baltazar Hinojosa Ochoa, batallando en sus propósitos, pero encabezando las tendencias del voto.
¡Excelente inicio de semana!