Ma. Teresa Medina
22/04/16
Tiempos inéditos en la UAT
Mucha tinta e infinitos espacios virtuales se han consumido abordando el histórico debate de mañana en el Teatro Juárez de Ciudad Victoria, y cuyo real mano a mano lo protagonizarán Baltazar Hinojosa Ochoa y Francisco García Cabeza de Vaca.
Y no que los restantes seis candidatos no representen un genuino interés democrático, sino que ajenos a eufemismos debemos reconocer que casi se verán como actores de reparto.
Y quien se descuide hasta de simple extra. Aunque no faltará el atrevido que diga que estos serán siempre comparsa. Lo que sería una exageración a estas alturas.
Vale la pena recordar también que de los ocho candidatos no hay una sola representante del poderoso contingente femenino.
Un dato que pone en evidencia que a veces son más los alardes sobre la equidad de género que lo aterrizado en la realidad.
En fin, este será un debate donde Francisco Chavira, Gustavo Cárdenas y Jorge Valdez aprovecharán la inmejorable oportunidad para que sus figuras no se conviertan en un presente fugaz.
Sería un error que tal pretensión no forme parte de sus estrategias; mas entre la ambición por destacar y el ridículo existe una línea delgadísima.
De Héctor Garza González, Abdíes Pineda Morín y Armando Vera García muy poco podemos decir, salvo lo que el respetable se reserve: a favor o en contra.
Sensibilidad social
Otro aspecto que realza el entorno del esperado debate es la moderna, oportuna e inédita participación de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y de su rector Enrique Etienne Pérez del Río al refrendar con el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) un trascendental convenio de colaboración que impulsará y fortalecerá la cultura cívica y democrática en la entidad.
Un acuerdo que la sociedad en su conjunto y la propia comunidad universitaria reconocerán como la apertura de un espacio que confronte las antiguas ideologías con las nuevas ideas políticas.
No debemos soslayar que una de las condiciones esenciales de la máxima casa de estudios de Tamaulipas es precisamente su universalidad, es decir, la totalidad, generalidad y amplitud de la ciencia y la tecnología donde la cultura cívica no podía quedar al margen en tiempos de vertiginosa transformación.
Todos los rectores que precedieron a Etienne Pérez del Río no pudieron (o no quisieron) asumir una decisión de semejante magnitud, pese a que el genoma de la sensibilidad social forma parte natural de la Universidad y de su interminable proyecto de cambio, avance y evolución.
De hecho, el símbolo científico y académico de la UAT ha dejado de ser desde hace buen tiempo un simple icono, rebasando obstáculos que impedían el desarrollo de sus plenitudes para reencontrarse con su grandeza.
Una grandeza cuya capacidad no es otra excepto la de entender y difundir los cambios del mundo y de todas las sociedades, fundamentalmente en los complejos ámbitos de la política, la cultura y la economía.
Situar a la UAT en medio de las ideas políticas y de los grandes movimientos sociales es un acierto sobresaliente de Enrique Etienne Pérez del Río, en sintonía con un gobierno, el de Egidio Torre Cantú, que inició su administración desde el punto que ya todos conocemos hasta llevarlo a un espacio de trabajo y orden que lo convirtió en una plataforma sólida, pujante y moderna donde todos los cambios y avances son posibles.
Finalmente, los relevos de algunos funcionarios de la UAT igual van de la mano con esa aguda inquietud de cumplir la tarea que la sociedad ha encomendado.
La esfera pública no admite que los asuntos e intereses particulares se repitan y prolonguen.
En ese sentido, las designaciones de José Andrés Suárez Fernández en la Dirección de Servicios Escolares, y de Martha Ruth Reyes Walle como directora de Valores UAT, revitalizará dos áreas que, a propósito del tema que nos ocupa, requerían cambios impostergables y desempeños capaces.
¿Quién ganará el debate?
Es un hecho que el ganador del debate será el candidato que aporte las mejores propuestas y soluciones convincentes a la magnitud de la crisis, inspirando confianza de superar el caduco sistema de intereses corruptos que han devastado a la política.
¡Feliz fin de semana!