Ma. Teresa Medina
15/04/16
Perdería el tremendismo político
Una vez que el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) y sus laberintos metodológicos desplegaron la “intención de voto por partido”, “posible candidato ganador” e “intención del voto por candidato” ubicando a Baltazar Hinojosa Ochoa en las primeras posiciones y a Francisco García Cabeza de Vaca como su principal competidor, la interrogante es quién ganará el debate proyectado por el IETAM.
La eventual respuesta quizá vaya en el sentido de que la población abomina todo lo relacionado con reacciones pronunciadas hacia el tremendismo político.
Si partimos de que uno de los dos principales contendientes podría recurrir a un enconado y visceral debate, que hasta cierto punto tendrá que ser tolerado, la respuesta sería la racionalidad del auditorio contra la pretensión de manipular la intención del voto. Por encima de las verdades a medias, de la animosidad y de las tormentas verbales, prevalece en Tamaulipas y en cualquier parte del mundo el irrenunciable derecho a tomar no sólo las decisiones que más convengan sino a elegirlas sin sobresaltos. Ya desde hace tiempo, antes de que la campañas a Gobernador iniciaran, el estilo mesurado y propositivo del candidato de la coalición PRI-PVEM-PANAL enviaba señales claras de cómo desarrollaría su actividad proselitista.
La incorporación de experimentados cuadros políticos como Antonio Martínez Torres y Felipe Garza Narváez, y la reciente integración de Guillermo Martínez García al equipo de campaña, confirmarían el curso de una contienda que prevé quién ocupará el puesto del ingeniero Egidio Torre Cantú. Comentábamos en otras colaboraciones que los esfuerzos llevados a cabo por la actual administración estatal tendrían que consolidarse; bien dice el refrán que para que la cuña apriete debe ser del mismo palo.
Y sin desdén hacia el activismo que realiza el aspirante del PAN, resulta inevitable expresar que su proyecto iniciaría sobre bases incompatibles a la suma total (a veces incomprendida) de un gobierno estatal que inició desde enero del 2011 la reconstrucción de Tamaulipas.
Empezar de cero o modificar todo o casi todo no sólo sería someter a los tamaulipecos al interminable mal atávico.
Una subcultura que nos ha impedido crecer como nación al suponer, así sea para simples efectos políticos, que el anterior gobierno hizo mal su tarea, y que lo nuevo, por ser precisamente nuevo, tendrá un éxito total.
En fin, una mentira de ese tamaño ya no tiene hoy cabida si nos remitimos a la experiencia histórica, considerando que la conciencia y las emociones de la gente han evolucionado y ya no son tan básicas desde hace varios lustros. De ahí viene tal vez la declaración de Baltazar Hinojosa Ochoa, no propiamente de estar listo para el debate, lo que es un hecho por el alto nivel de los estrategas políticos que lo rodean, sino de debatir las propuestas y “poner a consideración de todos los ciudadanos de una manera propositiva y obviamente con todo el respeto a mis otros compañeros, siete compañeros que son candidatos a la gubernatura”.
Un debate que hará historia por ser la primera vez que se realiza ese ejercicio democrático en Tamaulipas, y un escenario que permitirá al electorado decidir en gran medida quién será su próximo gobernador, y a la crítica calificar cuál de todos los candidatos es el que abandera las mejores causas y quién de los ocho tiene las mayores limitaciones para tan importante cargo.
Un campo productivo
De modo muy especial, a propósito de propuestas que demanda la sociedad, Baltazar Hinojosa Ochoa ha dado a conocer los tres puntos más relevantes para reactivar el campo tamaulipeco, como la economía primaria que representa por excelencia.
Y no porque les haya madrugado a sus siete competidores, pues además de que él mismo es agricultor, el que ese sector se fortalezca dándole el valor real de lo que produce a través de una visión completa de las cadenas productivas, su proyecto equivale a un futuro donde Tamaulipas sea autosuficiente en materia alimenticia, generando prosperidad y justicia a las familias de las zonas rurales.
Leyes controversiales
Que el tema del matrimonio entre menores no esté dentro de la agenda del Congreso del Estado indica el alto compromiso social, en primer lugar, del presidente de la Junta de Coordinación Política Ramiro Ramos Salinas, de no alentar leyes controversiales sin argumentos morales. Recordemos que los matrimonios entre personas muy jóvenes suele ser sinónimo de familias disfuncionales y de fracasos que impactan gravemente a los hijos.
¡Buen día y feliz fin de semana!