Ma. Teresa Medina
7/03/16
Globalidad violenta
La inseguridad es un fenómeno mundial semejante a las plagas que azotaron al Egipto de los grandes faraones.
Su siniestra presencia obedece a causas multifactoriales surgidas desde la corrupción política, hasta la democracia electora de gobiernos incompetentes.
¿Quiere decir que la causa de la globalidad violenta es de gobernantes y gobernados? Parece ser que todo apunta a esa posibilidad, a la par de la avaricia de las potencias y los grandes capitales.
Basta decir que el Small Arms Survey calcula que el número de armas de fuego en manos de civiles en todo el mundo es de aproximadamente 650 millones, de un total de 875 millones.
Recientemente visitó nuestro país el vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, enviado a participar en la tercera ronda bilateral del Diálogo Económico de Alto Nivel.
¿Qué dijo este personaje? Pues en el cara a cara más o menos lo mismo de siempre: que México es un importante socio comercial, sumándose a la crítica de moda: la retórica “dañina e incierta” de Donald Trump.
Después, ante los medios, Biden expresaría que en este país abundan las violaciones a los derechos humanos, la impunidad y la violencia.
Mientras que el gobierno mexicano, impedido por la diplomacia, y ávido de no perder a uno de sus mejores clientes (ya no tanto de petróleo pero sí de automóviles y otros productos) no pudo expresar que gran parte de esos males que sufre el pueblo mexicano son provocados por el imperio.
Una historia que se remonta desde hace 170 años, desde que invadieron a nuestro país en 1846.
Ya lo decía Porfirio Díaz: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
Y por si alguien no lo recuerda o no lo sabe, esa nación tiene cerca de 30 millones de adictos a los drogas y tolera el paso de 2 mil armas diariamente a México a través de la frontera.
Otro dato señala que de las 15 millones de armas de fuego que se cree circulan en México, el 85 por ciento es ilegal (CNN y Small Arms Survey).
Independiente de que muchos tienen esas cifras en su conciencia, ¿cómo detener este fenómeno si momento a momento no cesan los efectos del mal, alentada por las causas descritas, elevadas ya al nivel de globalidad crítica?
Y si bien es cierto que gran parte de esta desgracia se agudizó con el 9/11, no podemos dejar de eximir de responsabilidad al gobierno encabezado por Vicente Fox.
Más el acabose al que nos llevó su sucesor Felipe Calderón Hinojosa, que ahora impulsa en la carrera presidencial a su esposa, la “virtuosa” Margarita Zavala.
Pero ahora resulta que a los mexicanos ya se nos olvidó la gigantesca mentira nacional que nos vendió Fox y la violencia que desató Calderón, al margen de que el priísta Ernesto Zedillo haya operado (según dicen) a favor del guanajuatense.
Chismorreo que sería otro cantar, pero que de todas formas canceló por largos años un horizonte de probabilidades que mutó en una crisis económica que agudizó la pobreza y el clima violento del que todos nos quejamos.
LO QUE ADVIERTE EL PRI
El viernes pasado durante el festejo del 87 aniversario del PRI, su líder en Tamaulipas, Rafael González Benavides, dijo que los priístas han dejado en claro que saben gobernar y que no permitirán en el ámbito electoral que la oposición se expanda en la entidad.
¿Advierte el PRI, en otras palabras, que la experiencia de que México haya sido gobernado por el PAN, sea el resultado de la situación imperante?
Eso es seguro, a pesar de que el drama no es nada fácil de revertir.
Y a propósito, también el fin de semana algunos aspirantes del tricolor se convirtieron en candidatos formales a las alcaldías como Óscar Almaraz Smer en Victoria, Ernesto Robinson Terán en Reynosa y Héctor Canales en Nuevo Laredo. Por cierto, en el aniversario del PRI celebrado en esta capital, este partido confirmó su unidad con la asistencia de distinguidos militantes de la talla de Enrique Cárdenas, Alejandro Etienne, Carlos Morris Torre, Eduardo Gattas Báez, Felipe Garza Narváez y el doctor Egidio Torre López, entre otras destacadas figuras y dirigentes de los sectores y organizaciones.
¡Buen día y excelente inicio de semana!