ORBE

Ma. Teresa Medina

01/02/16

Política real y… ¿política descafeinada?

Hoy lunes los tamaulipecos amanecimos con los registros partidistas de Baltazar Hinojosa Ochoa y Francisco García Cabeza de Vaca.
El primero convocó el sábado a más de 15 mil simpatizantes que arribaron a Victoria de toda la entidad, en tanto que el segundo no se supo a ciencia cierta (al momento de redactar estas líneas) si había logrado reunir un contingente similar con el que se lució el matamorense en forma por demás impresionante.
Tanto que el tráfico vehicular en la capital del Estado se dificultó por varias horas con la presencia de militantes de los sectores y organizaciones del partido tricolor, cuyos transportes abarrotaron las calles y avenidas aledañas al edificio del PRI estatal, incluyendo el boulevard López Portillo ubicado al otro lado del río San Marcos.
Y es que abordando el tema de otros registros priístas a la gubernatura no recuerdo -al menos en los poco más de veinte años dedicada a estos menesteres periodísticos- uno con tanto poder de convocatoria como el de Hinojosa Ochoa antier al mediodía.
Tampoco supimos, para hablarlo con precisión, si en el comité estatal del PAN la política electoral descendió a una especie de subclasificación o acto anodino y descafeinado por no contar el ahora precandidato oficial con el apoyo evidente (según ha trascendido) de sus correligionarios y alcaldes de Nuevo Laredo y Matamoros, Carlos Canturosas Villarreal y Leticia Salazar Vázquez.
Evento que a diferencia del protagonizado por el diputado federal con licencia contó con el apoyo y la unidad de todos y cada uno de sus competidores internos, encabezados por el alcalde de Victoria Alejandro Etienne Llano, la diputada federal Mercedes del Carmen Guillén, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local Ramiro Ramos Salinas, el ex diputado federal y ex alcalde de Victoria Enrique Cárdenas del Avellano, el también congresista federal Alejandro Guevara Cobos y el secretario adjunto del PRI nacional Marco Antonio Bernal.
Personajes todos estos a quien el precandidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas agradeció su respaldo y les reconoció sus trayectorias en diferentes cargos políticos.
Unidad priísta que igual contó con la presencia de diversas personalidades de la clase política local, estatal y nacional encabezada por Joaquín Hendricks Díaz, el ex gobernador de Quintana Roo que ahora en su calidad de Secretario Técnico del Consejo Político Nacional representó a Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional del PRI.
Otro aspecto notable del evento fueron la ofrenda floral que el precandidato colocó al pie del monumento al doctor Rodolfo Torre Cantú, reconociendo en su discurso el liderazgo del Gobernador Egidio Torre Cantú y las acciones del Presidente Enrique Peña Nieto al impulsar las históricas reformas constitucionales.
UN LÍDER O UNA CABRA
El punto es que las campañas ya aterrizaron y se van a poner interesantes en medio de un entorno donde seguramente los opositores quizá esgrimirán sus argumentos y propuestas increíbles, orillados porque el pandero de la competencia no lo tienen en su poder.
Sin embargo, aún falta tiempo para que de uno y otro cuartel general surjan las voces de sus respectivos estrategas con datos reales y ciertos de que una de las dos grandes naves ha naufragado al enarbolar su capitán promesas y hasta bienes terrenales que contrastan con la realidad y son demasiado buenas para ser verdad.
La otra es que los tamaulipecos son bastante inteligentes para percibir los mensajes reales e irreales y conocer los límites entre lo posible y lo imposible, así como diferenciar el prestigio y el desprestigio, la honestidad y la deshonestidad.
A eso súmele que el instinto avisa de todo lo bueno y malo que se aparece y si ante nosotros tenemos un líder resuelto a continuar transformando la sociedad o si sólo se trata de una cabra que siempre tira al monte.
Por lo pronto, lo que se sabe de buena fuente es que uno de los dos aspirantes a la gubernatura (visto por no pocos como un forajido con fuero) ya no tiene en su bolsillo las suficientes fichas para mantenerse vigente en el difícil juego de la sucesión de Egidio Torre Cantú.
Aunque todo puede suceder y en un descuido sus críticos resultan equivocados. Luego entonces gana él, gana su adversario y ganamos todos los que ya estamos hasta la coronilla de que los políticos se tiren a matar cada vez que se ven en competencia, olvidando que no son sus intereses particulares y de grupo los que están en juego (como ya se hizo costumbre), sino los de toda la ciudadanía.
¡Buen día y excelente inicio de semana!

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