ORBE

Ma. Teresa Medina

11/12/15

Los juicios populares y la receta médica

No hay día que los medios de comunicación dejen de trascender casos de corrupción, a la par de un clamor social contra esta infección que parece complicarse.
En contraparte es justo admitir que ya son numerosos políticos y funcionarios que han parado tras las rejas, incluso gobernadores. Sin embargo, continúa flotando en el aire la impunidad o las exoneraciones judiciales sospechosas.
Tal como sucedió este miércoles con el ex vocero del Partido Verde y ex subsecretario de Gobernación, Arturo Escobar, a quien una juez federal “no le encontró” delito alguno para librarle una orden de aprehensión, resultando completamente inocente e inofensivo este tiburón de tierra.
A pesar de ello conviene considerar que en medio de fuertes presiones políticas imposibles de soslayar, se imponen los juicios populares que si bien es cierto no mandan a la cárcel a nadie, sí conllevan graves costos políticos en las jornadas electorales.
Y ahí las pérdidas son inmensas e imparables, hasta el punto de allanarle el camino a otros partidos en la Presidencia de la República, más el retroceso que lesiona irreversiblemente a quienes no fueron realistas ni hicieron lo correcto en su momento, extraviando lo mucho por lo poco.
Ese escenario la historia lo señala claramente, y resistirse a aprender del pasado no es sólo reincidir en esas malas artes, sino en convertirse en un partido opositor y empezar de nuevo.
Los casos recientes de Venezuela y Argentina destacan esas tendencias al suicidio político que al mismo tiempo suelen desmantelar sus estructuras partidarias, confirmándose esto en los últimos quince años en América Latina donde 25 de sus 33 naciones pasaron de ser “democracias defectuosas” a democracias plenas.
Por lo anterior, no podemos sino celebrar que los cambios democráticos en México se están generando, siempre que los actores políticos en el poder continúen asumiendo su elevada responsabilidad.
Porque al hacerlo gana toda la sociedad, ganan incluso sus adversarios, pero también ganan ellos, y mucho.
Lo hemos visto, nadie lo puede negar, desde 1997 hasta hoy 2015 en alcaldías, gubernaturas, en los congresos locales, en la composición plural del Congreso de la Unión y en la propia Presidencia de México.
Así pues, la competencia política es el único camino sólido y congruente de que el país redescubra otros horizontes y se vuelva potencia económica, sin hegemonías de poder que impidan libertades y progresos.

SECTOR SALUD: PREMIOS Y 2,500 BASES
Durante la celebración de los Premios Estatales de Antigüedad 2015 que el Gobernador Egidio Torre Cantú entregó el pasado miércoles a los trabajadores de la Secretaría de Salud que encabeza el doctor Norberto Treviño García-Manzo, sobresalió un dato interesante:
Las casi 2,500 bases sindicales que el Gobierno de Tamaulipas ha entregado en la presente administración, representan una derrama de 550 millones de pesos que simultáneamente significan una certeza laboral convertida en patrimonio familiar.
En el emotivo encuentro el ingeniero Torre Cantú reconoció el esfuerzo del personal que ha prestado sus servicios por espacio de 20, 25, 30, 35, 40, 45 y 50 años a favor de los tamaulipecos.
En su alocución el Gobernador demostró su gratitud al expresar que “ustedes dejan todo por atender a los demás, y en los momentos más complicados, cuando estamos físicamente mal, siempre está ahí la mano amiga, siempre el trato amable, siempre una sonrisa de todos y cada uno de ustedes”.
A la perseverancia y esfuerzo del personal del Sector Salud de la entidad, es preciso añadir el impulso político y el esfuerzo presupuestal que el Gobierno estatal ha imprimido en los cinco años de este sexenio, y cuya inversión ha sido la mejor receta médica a favor de una sociedad más sana y fuerte, y por ende más productiva.
De ahí que Torre Cantú haya expresado también que la comunidad médica de esa dependencia demuestra en los hechos el amor que le tiene a todo el Estado.
Recordando que con los enfermos y sus familias, motivo del esfuerzo de su gobierno, se han compartido vivencias inolvidables y hasta amistades entrañables “que muchas veces ha sobrepasado el trato ordinario en nuestros centros de trabajo”. Sin duda Tamaulipas ha sido y sigue siendo ejemplo nacional en coberturas universales de salud, en donde nadie se queda al margen de las atenciones médicas y hospitalarias, y porque ese derecho al cuidado de la vida es un mandato que se cumple cabalmente.
¡Buen día y feliz fin de semana!

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