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Orbe
FGCV y AMLO, impulsan la frontera norte del país
14/09/2018 – Ya suman muchos años en que el multicolor político apareció en México con una imagen esperanzadora y al mismo tiempo desafiante.
La transición a la democracia que permitió Ernesto Zedillo (pues ya no había de otra) y que llevó históricamente a Los Pinos al panista Vicente Fox, sucedido a finales de 2006 por su correligionario Felipe Calderón, que a su vez heredó un país en guerra al priísta Enrique Peña Nieto, es el escenario de casi 20 años de una nación angustiada por los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Preparado a tomar posesión del cargo de Presidente de la República el 1 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador se encontrará de frente con unas olas gigantescas y aterradoras.
En esa misión, considerada por muchos de imposible, el presidente electo seguro está consciente que hará muy poco (o prácticamente nada) sin el respaldo de los 32 gobernadores del país.
A pesar de los alardes y abusos de poder en el que ya incurrieron varios de sus allegados, cometiendo diversas violaciones a la propia Constitución General de la República, la mayoría de los mandatarios estatales han actuado con prudencia y altura política.
LO QUE DETONARÁ LA ZONA FRANCA
Francisco García Cabeza de Vaca, electo Gobernador del Estado a través de un proceso democráticamente histórico, como el que llevará al propio Andrés Manuel López Obrador a despachar en Palacio Nacional, es un personaje entusiasta de que los tamaulipecos superen pronto la traumática inseguridad en la que han vivido por largos años.
Para ello, el reynosense le apuesta a una mejor calidad de vida de sus habitantes, impulsando la salud, la educación y la justicia. Cualidades sociales que difícilmente se lograrán sin un desarrollo económico en la entidad.
Es en este contexto, un gobernador propositivo. Y a diferencia de su homólogo de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”, sus comentarios hacia el presidente electo han sido respetuosos, actuando en todo momento con la altura política que demandan los tiempos y sus circunstancias.
Consecuencia de esto y en gran medida aportación suya a una democracia con poderes estatales y federales capaces de convivir en un marco de civilidad, armonía y progreso, fue el encuentro reciente de los mandatarios de la frontera norte con Andrés Manuel López Obrador, acordando impulsar el desarrollo de los municipios del norte de sus entidades a través de estímulos fiscales.
La formalización del proyecto que creará una “zona franca” en la frontera norte, será el principal detonante para la competitividad y desarrollo económico de la región más importante del país.
Esta zona franca tiene previstas distintas medidas aplicables a la frontera con Estados Unidos, que básicamente serían duplicar el salario mínimo, reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 8 por ciento, así como al Impuesto Sobre la Renta (ISR) al 20 por ciento. Incluso la baja en el precio de los combustibles.
García Cabeza de Vaca afirmó que la zona franca beneficiará a tres de las principales ciudades de Tamaulipas. Un proyecto que se ha contemplado por muchos años en la frontera norte, y que ahora será una realidad.
Respecto a toda la franja fronteriza, esta zona libre beneficiaría a la población de 44 municipios de los estados fronterizos del país.
LA POLÍTICA DEL CONSENSO
Con este acuerdo queda claro que el escenario político entre el nuevo Gobierno de la República y los gobiernos estatales estará regido por el consenso. Un espacio donde así como ahora coincidieron los seis gobernadores y el presidente electo, también se puede discrepar.
Aunque una gran parte de la llamada “comentocracia” asegura que Morena arrasará con su poder a toda la oposición, desde el Ejecutivo Federal y en el Congreso de la Unión, es evidente que el presidente de la República dejó de tener, desde hace varios años, el monopolio de las grandes decisiones con la que se controlaba al país entero.
En los hechos todos veremos que se acabarán los halagos hacia el todopoderoso presidente y el éxtasis del poder que le permitía hacer lo que le venía en gana.
Por eso es plausible que los gobernadores inauguren estas reuniones y que estas se generen las veces que sean necesarias, pues México, como Tamaulipas y el resto de las entidades no pueden estar sujetas a una sola visión que dicte lo que presuntamente necesitan los casi 130 millones de mexicanos.
¡Feliz fin de semana!