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ORBE
Ma. Teresa Medina Marroquín
11/06/2018
El por qué del despliegue Tamaulipas-Texas
La era de la globalización es hoy -más que nunca- evidente en las relaciones entre países: lo que llaman gobiernos y expertos en geopolítica “agendas binacionales”.
Tamaulipas como estado fronterizo con la nación más poderosa del mundo y vecino de Texas que representa (según los números) la decimoquinta economía más grande del mundo, no puede retraerse a esa privilegiada pero desafiante realidad.
El impulso que el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca le da a esta agenda binacional tiene mucho que ver con las estratégicas zonas metropolitanas de Matamoros-Brownsville, Reynosa-McAllen y Nuevo Laredo-Laredo, sin contar las otras zonas fronterizas que definen a nuestra entidad como un territorio importante y fundamental para México.
Es así que el tema de la seguridad iniciado el jueves pasado entre el gobierno de Tamaulipas y 7 agencias federales estadounidenses, contra grupos delictivos en la frontera con Texas, no sólo es plausible sino inédito.
Que las autoridades de seguridad de Tamaulipas, así como las 7 agencias federales norteamericanas hayan diseñado y puesto en marcha la “Campaña de Seguridad y Prosperidad”, reconoce la gran importancia de Tamaulipas y Texas.
LA IMPORTANCIA DE TEXAS
Texas si fuera país no sólo sería la decimoquinta economía mundial, también superaría a Rusia por el tamaño de su economía. Según prestigiadas instituciones internacionales, el estado texano registra un PIB de 1.7 billones de dólares contra 1.3 billones que reportan oficialmente los rusos.
Afirman estas instituciones que “la población actual del estado de la estrella solitaria se estima en unos 29.3 millones de personas en 2018, mientras que el país de la Europa del Este tiene un total de 144 millones, lo que supone un PIB per cápita de 58 mil dólares y 8 mil 700 dólares, respectivamente”.
De hecho, si comparamos también la economía de Texas con la de todo México, veremos que el petróleo es uno de los indicadores más relevantes de la destacada fuerza económica que caracteriza a los texanos, causal en parte de una delincuencia que se siente atraída por ese liderazgo económico, donde Tamaulipas tiene (y tendrá) una importante participación.
Y mientras la producción texana asciende a 4 millones de barriles al día, México promedia apenas 1.8 millones de barriles; razones que fortalecen que el tema de la seguridad entre ambas entidades fronterizas sea imprescindible.
DETECTANDO DELINCUENTES
Comprobada la altísima necesidad de que el Gobierno de Tamaulipas y las agencias federales de los Estados Unidos desarrollen este programa de seguridad y prosperidad, que entre sus cualidades está el intercambio oportuno de información que facilite la detección de delincuentes claves en el combate a la inseguridad, se entiende la magnitud de este esfuerzo binacional.
URGÍA UN ESFUERZO INÉDITO
Anticipándose a cualquier enfoque equivocado, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca dio a conocer que la trata de personas y el tráfico de drogas que atraviesa Tamaulipas se originan al sur de la frontera, en muchos casos hasta Sudamérica, mientras que el dinero en efectivo en grandes cantidades y la mayoría de las armas fluyen desde el norte de la frontera hacia nuestro Estado.
Evidentemente a estos fenómenos delictivos se les tiene que poner un remedio lo antes posible, de ahí que urgía la implementación de este esfuerzo inédito en materia de seguridad, que no sólo beneficiará a Texas sino desde luego a Tamaulipas.
AUMENTARÁ LA CALIDAD DE VIDA
Bajo este contexto, el Gobernador de Tamaulipas profundizó, recordando que para que este proyecto sea exitoso se necesitan socios y asociaciones entre el sector privado, el gobierno de los Estados Unidos y México, “y lo más importante (subrayó) que los ciudadanos de ambos lados de la frontera se involucren”.
Esto es, que participen, porque finalmente la Campaña para la Seguridad y la Prosperidad (CSP) tiene el objetivo de mejorar la calidad de vida a lo largo de este corredor de manera binacional. Más el intercambio de información y el empoderamiento de las personas que viven y trabajan en Texas y Tamaulipas, cuyo beneficio será la certeza de que sus voces sean escuchadas. Y más cuando no falta quienes digan que en este tema el gobierno federal ya hizo su declaratoria de incapacidad, repartiendo culpas a los poderes Legislativo y Judicial, así como a los gobiernos estatales.