Ma. Teresa Medina
13/02/17
Primero el ISSSTE, ahora el IMSS, la corrupción los avasallaEl combate anticorrupción que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca convocó a partir del uno de octubre y del que ya ha dado muestras aleccionadoras de su aplicación rigurosa, parece haberles pasado de noche a ciertas dependencias federales.
Primero fue el ISSSTE, encabezado por Juan Mansur Arzola, cuya trayectoria ha sido enlodada por los sospechosos manejos de su jefa de Recursos Humanos, rematados por la ausencia de sentido humano en el servicio médico y con el saldo reciente de un fallecido en la Unidad Médica Familiar, a unos cuantos pasos del área de urgencias.
Ahora es el IMSS de Roberto Hernández Báez, el que sufre de una burocracia corrupta y proclive a los favoritismos en las licitaciones controladas –inexplicablemente- por Juan Manuel Gochicoa Gutiérrez, jefe de Conservación y Servicios Generales.
¿Olvida esta gente, tanto del ISSSTE como del IMSS, que el cambio en Tamaulipas no es de naturaleza espectral, que va en serio y no sólo abarca al propio Gobierno del Estado y a los municipios de la entidad, sino a las instituciones dirigidas desde la Ciudad de México?
Y quizá no en términos estrictamente legales o de subordinación tengan que someterse a los vientos del cambio, pero moralmente estos malos servidores públicos deben ya dejarse de prescindir de la realidad y alinearse a la moderna burocracia que expulsó el basurero del pasado que aún mantiene indignada a la sociedad tamaulipeca.
Respecto al IMSS, trasciende que este señor Gochicoa ya está siendo investigado por la Procuraduría de Justicia al coaccionar a proveedores y obtener de ellos ganancias ilícitas para concederles contratos que van desde el desecho de ropa, vehículos, hasta las adquisiciones y servicios hospitalarios.
Es tiempo de que estas nefastas prácticas concluyan y que los diezmos y cuotas exigidos para la contratación de servicios públicos, que finalmente sin saberlo pagan los ciudadanos pero resiente su costo, sean denunciados, prevaleciendo los intereses de la sociedad y no el interés de quienes creen que sus fechorías van para largo, causantes de la tragedia que vive México, y que una clase política (que nunca ha tenido clase) trata de distraernos con el efecto “Trump” para continuar haciendo de Tamaulipas y México el campo de sus malignas operaciones lucrativas.
TAMAULIPAS Y TEXAS, CONTRA PODEROSOS ENEMIGOS MICROSCÓPICOS
La conciencia lúcida y comprometida de un gobierno enfoca y trasciende sus esfuerzos en los controles relacionados a la salud pública y a la preservación de ésta.
Políticas públicas de primer mundo mayormente aplicadas en situaciones de excepción atribuidas muchas veces al cambio climático.
Bajo ese contexto, la Primera –y reciente—Reunión de Coordinación y Comunicación Binacional 2017 celebrada en Edinburg por las autoridades de Tamaulipas y Texas, acordando prevenir y en su caso combatir enfermedades como dengue, zika y chikungunya, describe una meta relevante.
Activar mecanismos de información epidemiológica es la prioridad de esta convención internacional titulada por la secretaria de Salud de Tamaulipas, Lydia Madero García, en representación del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, y su contraparte texana John Hellerstedt, comisionado del Departamento de Servicios de Salud.
Los enemigos a vencer -que han persistido con el tiempo- son microorganismos de expansión peligrosa, cuyos daños a la salud de la población pueden ser irreversibles.
De ahí la importancia de prevenir brotes e infecciones en un marco de compromisos bilaterales, fundamentalmente en una frontera tan estratégica compartida entre tamaulipecos y texanos.
La información epidemiológica será una oportuna vigilancia, considerando los graves problemas sanitarios que los fenómenos referidos han propagado en más de 60 países en vías de desarrollo y desarrollados.
Otro dato sobresaliente de esta Primera Reunión Binacional 2017 entre Tamaulipas y Texas es el acuerdo de convocar a una segunda conferencia que incluya la participación de los 10 estados que comparten la franja fronteriza, con la presencia de los dos gobiernos federales y auspiciada por la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos.
Un evento que meritoriamente se impulsaría desde la esquina noreste de México y el sur de Estados Unidos y que pondría en marcha una alianza de cooperación en materia de salud, proyectando salvaguardar y proteger a la población en ambos lados de la frontera.
¡Excelente inicio de semana!
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