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ORBE


Ma. Teresa Medina

23/01/17

Entre Saulo y el poder, ¿la condena?

En el siglo I Saulo de Tarso era un judío que perseguía implacable a los cristianos en el remoto Israel.
Convertido a la fe que había subyugado, Saulo cambia su nombre a Pablo por un evento sobrenatural ocurrido camino a Damasco, donde este fariseo romano escuchó la voz de Dios que cuestionaba “¿Por qué me persigues?”.
A partir de su encuentro con el Todopoderoso, el apóstol escribiría sus trece epístolas paulinas, entre ellas la de Romanos, instruyendo a los cristianos sobre el respeto y obediencia hacia las autoridades políticas.
Entre las órdenes que San Pablo demanda fiel cumplimiento a los cristianos está la de someterse a las autoridades superiores, “porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”.
Sentencioso añadía: “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”.
En un país cuyo común denominador es la corrupción promovida por una mayoría de políticos y la resistencia ciudadana a aceptar sus proyectos neoliberales que destruyen la esperanza, supongo que casi todos estamos condenados, pero primero aquí y luego en el más allá.
La animadversión contra Enrique Peña Nieto y sus golpes perpetrados a la economía del pueblo mientras privilegia a la oligarquía del dinero, lleva a pensar en la buena disposición de Saulo-Pablo.
Y aunque Jesucristo enseñó que su reino no era de este mundo, refiriéndose a la esfera espiritual, nada justifica el temor infundido a millones de mexicanos por la escalada de precios a los combustibles y a la cadena de productos básicos.
No creo en la condena eterna por una masiva oposición ciudadana a un Estado negativamente patrimonialista e incorregiblemente neoliberal.
Pues si bien la concepción espiritual forma parte del ser colectivo, tampoco podemos dejar de lado nuestra condición material.
Pablo hablaba de un principio de orden al establecer que “los magistrados (autoridades) no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo”. Sostenía que haciendo lo bueno, el poder alabaría al ciudadano.
Pero en México ni portándose bien las personas son recompensadas con una mejor sociedad, sin la brutal descomposición gubernamental, desgracia financiera y violencia insoportable.
Si de impuestos se trata, el apóstol ordenaba pagarlos a efecto de que los servidores públicos obtuvieran sus salarios y se contribuyera al progreso social. Y la realidad es que ni una ni otra cosa. No ganan salarios para vivir en la honrada medianía como Juárez recomendaba.
Se vuelven archimillonarios en un país atrasado y convertido en protesta iracunda y angustiante, caldo de cultivo de la rebelión.
El retorno de la justicia no es utopía. Puede ser real. Si no, el pueblo largamente castigado tomará el rumbo de la nación, complicándose la ingobernabilidad y el vacío de autoridad.

EL PRI NO APRENDE
Los urgentes movimientos que el PRI nacional lleva a cabo entre sus modorras dirigencias estatales, podrían estar fuera de tiempo.
La muy lenta asimilación de la realidad de quienes controlan a este partido equivale a no aprender de las derrotas electorales ni a hacer suyo el descontento social.
Aquí en Tamaulipas los protagonismos de Baltazar Hinojosa y Edgar Melhem, acatando voluntades de sus respectivos jefes, revelan que la historia subyacente de los últimos ocho meses sigue anclada a la línea antidemocrática del pasado.
Quizá la designación de Ramiro Ramos Salinas en la Subsecretaría de Operación Política del CEN genere la urgente reorganización y armonía de los grupos políticos priístas. Aunque la pregunta es si la épica sería asumida con la convicción de los nuevos tiempos, y si tendrán el valor de subir a esa imponente locomotora.

UNIVERSIDAD QUE MIRA HACIA ADELANTE
Los sucesivos reconocimientos que ha recibido la UAT en la era de Enrique Etienne Pérez del Río, precisamente como el que recién entregó la Sociedad Internacional de Enfermería a la doctora Lydia Guadalupe Compeán Ortiz, investigadora de la Facultad de Enfermería Tampico, continúan presentando a una Universidad con avances sin precedente, capaz de realizar los cambios más profundos, cuya plataforma le permite saltar al futuro tecnológico sin el cual el mundo no podrá sobrevivir.
¡Excelente inicio de semana!

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