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OPTIMUS
Jorge Alberto Pérez González
11/06/2017
La magia del poder
Esta semana ni el Ringo ni el Bruno estuvieron de acuerdo en nada, discutieron como perros, se pelearon entre ellos y tomaron partido por los partidos, pues el Bruno tiene simpatías con MORENA, -tal vez por la tonalidad de su pelambre- y el Ringo a pesar de ser tricolor simpatiza con los azules.
A como extraño a el Kalusha, aquel hermoso perro negro, -perdón de color-, pues por ser ecologista era más comedido en sus asesorías.
Algo si es necesario analizar, como las encuestas ya sirven de poco, es necesario regresarnos en el tiempo y observar las calificaciones que los ciudadanos dan a su gobierno.
Muchos de estos trabajos científicos, se basan en estudios realizados en las redes sociales y esto es relevante, pues hoy por hoy, la fuente primordial de información son estas herramientas que nos permiten comunicarnos, informarnos y dejarnos manipular al antojo sereno de los operadores de cuentas ficticias.
Sin embargo a pesar de lo limitado del “Universo”, ellos reflejan el sentir de muchos que, manipulados o no, expresan y participan en estos estudios de mercado.
En mayo pasado se dio a conocer la calificación otorgada a Enrique Peña Nieto, Consulta Mitosky levantó su estudio que refleja un 1.9 de calificación sobre 10, es decir de cada 10 ciudadanos en el país, menos de dos aprobaban el gobierno actual.
Otra empresa, por medio de la prensa, anteriormente, es decir en marzo, habían medido a los gobernadores en general, estudio que reflejó una calificación reprobada para todos, considerando el 7 como mínimo aprobatorio. (Al menos ese era cuando fui a la escuela primaria).
De la calificación de todos los gobernadores ya dieron cuenta muchos medios, algunos boletines oficiales hasta ponderaron estar entre los 10 primeros reprobados, pero recordemos la calificación de los gobernadores que el domingo pasado tuvieron elecciones: en Edomex (PRI) 2.9, en Veracruz (PAN) 2.2, en Coahuila (PRI) 2.2 y en Nayarit (PRI) 2.0.
Recordarlos nos ubica claramente en una tendencia nacional para descalificar el trabajo de todos, lo cual nos coloca en el dilema de saber cuál fue la intención del voto con esa percepción mayoritaria.
Las coincidencias en los resultados electorales en los diferentes estados el pasado domingo muestran una gran dispersión del voto, pues ninguno de los que se dicen ganadores, obtiene una calificación aprobatoria, pues el sistema político electoral no contempla la segunda vuelta como opción, sistema utilizado por algunos países en Europa que obliga a cualquier gobernante a tener mínimo el 51 por ciento de los votos a su favor.
En Edomex en el 2011 el PRI se alzó con la victoria obteniendo el 64 por ciento de los votos, hoy los números del PREP arrojan para el triunfo apenas un 29.8, que con las aportaciones de su alianza superan el 30.8 obtenido por MORENA, pero si comparamos el 18.9 del PRD en 2011 contra el 17.7 del domingo pasado o el 12.2 del PAN en el 2011 con el 11.2 de la semana anterior, entendemos perfectamente quien perdió y quien ganó.
Según los números aportados, perdió el PRI y ganó Alfredo del Mazo, la razón es sencilla, votaron por él los que aprueban el gobierno de Eruviel, además de las alianzas oportunas que con visión hicieron.
Según los números aportados, ganó MORENA y perdió Delifina, la razón es sencilla, la izquierda se atomizó y no tuvo la visión de prever, el movimiento de las inconformidades.
La suma de votos a favor del PRD, PT y MORENA alcanza casi el 50 por ciento de los sufragios emitidos.
Dura lección sin duda para los inconformes, de nada servirán sus desplantes por más que se unan y se reclamen entre ellos, el PRI se sienta a negociar, el PAN busca alianzas a conveniencia y MORENA no cede nada, pues su crecimiento lo basa en la actitud personal de su líder, por todo lo anterior, sus alegatos serán estériles mientras no entiendan que no es la mafia del poder sino LA MAGIA DEL PODER.
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