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OPTIMUS


Jorge Alberto Pérez González

03/07/2016

VIAJAR EN MOTO CON MÀS DE 500

Un viaje largo en motocicleta requiere de años de planeación y también de ahorros, pues aunque no consumen mucha gasolina, los gastos de ejecución si son importantes, más en dólares, cuando el destino está más allá de la frontera.

El sueño de ir a Hyder, Alaska, nació en el 2010 durante un viaje a Canadá que duró 11 días y que significó rodar 4,900 millas, más o menos 7,900 kilómetros, que en línea recta es casi la distancia que hay de Matamoros, Tamaulipas a Paris, Francia.

Desde hace muchos años me dicen loco por viajar solo en carretera en mi motocicleta, no es nuevo, mi primer moto, a los 16 años de edad fue una Honda CB 200, pero que me llevó muchas veces a la playa Lauro Villar, (así se llamaba entonces la playa de Matamoros), otras tantas a la Isla del Padre Sur, cuando se organizaban conciertos de rock en la esquina de Playa Blanca y como cinco o seis veces a Monterrey, N.L.
En esa moto recorrí poco más de 5 mil millas, hasta que un día un carro se atravesó en mi camino en la colonia Jardín y la falta de pericia hizo que me quebrara las dos muñecas. Mi madre se encargó de mi aseo personal mientras mi padre se encargaba de vender mi moto.
Muchos años pasaron para comprar otra, esa fue una Yamaha V Star de 650 centímetros cúbicos que me llevó a Tampico, Veracruz, León, Zacatecas, Querétaro, Nuevo León, San Luis Potosí, Jalisco hasta completar más de 15 mil millas rodadas en ella.
Ella me convenció de buscar el sueño de muchos una Harley Davidson, emblema de la libertad absoluta y máquina confiable para buscar romper fronteras.
Hace 10 meses me diagnosticaron artrosis en ambas rodillas, el tratamiento médico incluía terapia física, el ortopedista me dijo que los motociclistas padecen menos de las rodillas debido a que andar en moto fortalece los músculos utilizados para mantener la rótula en su lugar. El consejo me hizo retomar la posibilidad de rehacer los planes pospuestos.
El día 10 de junio pasado emprendí el viaje soñado y como la vez anterior lo compartí en Facebook con el objetivo de dar a conocer las fotos del recorrido y leer las recomendaciones de mis amigos.
Salí de Matamoros, Tamaulipas, cruce Texas, recorrí Nuevo México, accedí a Colorado, disfrute Utha, conocí Idaho, disfruté Wyoming, atravesé Montana y llegué a Canadá, conocí la Provincia de Alberta, me impactó la belleza de Columbia Británica y llegué a Hyder, Alaska.
Para entonces los comentarios de aliento eran bastantes, pues gracias a las redes sociales, muchos se treparon a la moto y disfrutaron como yo el recorrido total. Muy relajante al terminar la jornada, leer los comentarios que amablemente ponían todos los que se decidieron a acompañarme.

El regreso fue motivante, un tramo diferente de la Columbia Británica, el ingreso a USA por el estado de Washington, el recorrido por las montañas de Oregón y las planicies de California, lo terrible del Valle de la Muerte y sus temperaturas infernales en Nevada, los vientos terribles de Arizona, la desolación de Nuevo México y la humedad de Texas, antes de cruzar a México y llegar a casa rodando.
Fueron 20 días rodando solo, aunque gracias al Facebook, fueron muchos los que me acompañaron en ese viaje que acumuló 8,450 millas, más o menos 13,600 kilómetros. Virtualmente la distancia entre Matamoros y Dubai.
La pasión por rodar en motocicleta me ha permitido acumular en mi vida un registro de 89,000 millas, algo así como 150,000 kilómetros, estas experiencias que ahora se pueden compartir casi de inmediato por las redes sociales, las guardo en la memoria, pues ni todas las fotografías tomadas pueden dar una idea clara de lo que significa observar la naturaleza desde la motocicleta.

Gracias a todos los que me acompañaron, porque es muy cierto que se disfruta mucho, VIAJAR EN MOTO CON MÁS DE 500.

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