Nuestros Columnistas Locales
ÓPTIMUS
Jorge A. Pérez
18/05/15
NO TE OIGO, TRAES TENIS
Pudiera ser que en un futuro no muy lejano aspirara yo a llevar una vida de Perro.
No es por nada, pero se vive bien cuando la máxima ambición en la vida es ladrar a los desconocidos, no me refiero a ningún candidato en campaña, hablo de El Ringo, ese orejón husmeador que goza del beneficio de sentarse en mi sillón favorito, ver mi televisión y vivir en mi casa sin pagar renta.
Su territorio se ha ampliado, pues con la desconfianza de sacar su hueso al patio, ahora le da por esconderlo bajo la máquina de coser, bajo la camas de mis hijos y hasta en la lavandería, pero nunca atrás de la secadora, pues el ruido lo pone nervioso y el calor más.
Resulta sorprendente ver cómo sus lugares favoritos son los que cuentan con aire acondicionado, pues apenas se abre la puerta y entra la onda de calor, el adorado can se refugia cerca de una de las ventilas, parece perro Nórdico con residencia en Siberia.
Nada la inquieta, nada le preocupa, parece Jefe de Prensa esperando instrucciones superiores, pero eso sí, la hora de la comida se respeta, pues de no ser así, los ladridos aullidos se escuchan hasta fuera de la comarca.
Y la dieta tiene que ser respetada, no le gusta cualquier comida, así que tiene que ser la más cara del mercado, pues si le das de las que el país produce no se acerca al plato.
Pero dejemos al sabueso, para hacer un análisis de lo que está por venir.
A partir de hoy quedan 18 días completos de campaña electoral, es decir se está ya en la línea recta que llevará a los candidatos a diputados federales al éxito o al fracaso electoral, por ello arrecian las visitas foráneas, para inyectarle un último aliento al congelamiento de la sociedad.
Muchos se quejan de la falta de activismo de una sociedad inmersa en ver cómo resuelven el día a día, pues las condiciones económicas son precarias para quienes ven llegar con ilusión la llegada de un nuevo miembro a la familia.
Otras esperan ansiosas la visita de los aspirantes pues una despensa o un par de tenis le pueden dar el ánimo suficiente para ir a hacer valer su derecho constitucional de ejercer el voto.
Triste resulta saber que la falta de educación hace posible que las prácticas prohibidas expresamente por el reglamento, sean bien acogidas por una sociedad necesitada.
El costo de la democracia es alto, cuando la necesidad influye, pues lejos de concientizar el raciocinio del voto, este, cuando se ofrece a cambio de un bien perecedero, puede llevar a encumbrar a individuos con antecedentes criminales, que solo buscan el fuero y las relaciones para tapar sus inmundicias al amparo del poder.
Mientras ellos, los ególatras que estampan sus nombres para que la sociedad los pise, se burlan con expresiones que los delatan, cuando pretenden motivarlos diciéndoles, NO TE OIGO, TRAES TENIS.