Nuestros Columnistas Locales


OPTIMUS


Jorge Alberto Pérez González

27/12/2015

DEMOCRACIA

Pasó la Navidad y no pasó nada en Tamaulipas de relevancia política, algunos la pasamos con añoranza, otros definitivamente tristes de ver como sus ilusiones se truncan y otros con la sonrisa cínica en su rostro, sabiendo que rompieron el corazón de sus seguidores al engañarlos dando por hecho lo que nunca fue.
La historia es cíclica, pero hay quien no la estudia nunca, por eso caen en el garlito, con ingenuidad, de aquellos que sí la conocen, la estudian y la aplican para beneficio propio.
Muchos buenos deseos, muchos ensueños, muchas quimeras, muchas ilusiones, muchas fantasías, muchas alucinaciones, muchos engaños, muchas confusiones, muchas invenciones, al final puras utopías y después muchos gemidos.
Pero viene el 2016 y es tiempo de renovar la esperanza, no en quien es el próximo candidato, sino en el espíritu propio del que tiene el compromiso de salir adelante día a día y atesora un legado de buena voluntad para con todos.
La tarea de uno es tratar de hacer las cosas bien, esperando que los demás así lo hagan también, pero la cruel realidad es que el mal sigue presente y no se ve en los ambiciosos de poder, una estrategia que convenza a todos.
La política es el arte de los consensos, ojalá se entienda que hay que hacer que la política esté al servicio de la ciudadanía y que se apliquen en ello, pues la confianza se ha perdido con el tiempo, pero todavía hay tiempo de enmendar el camino.
Aprovecho este espacio para desear a todos los lectores de OPTIMUS, un feliz año nuevo, esperando que la Navidad haya sido la oportunidad del reencuentro familiar.
Pero antes de despedirme déjeme usted compartir unas líneas más, que bien pudieran hacer que mejoremos el entorno político – social de nuestro estado, extrapolando acciones de los vecinos.
El pasado sábado 19 de diciembre, aprobó el Congreso de Nuevo León la nueva Ley de Participación Ciudadana, la sesión duró 11 horas y media, lo relevante de esta nueva ley es que abre las puertas a la consulta popular, a la contraloría ciudadana y al presupuesto participativo.
Y aunque mañana es día de los santos inocentes, es bueno saber que esta ley contempla la revocación de mandato del gobernador, los diputados locales y los alcaldes.
Tiene relevancia para Tamaulipas, pues este año se aprobaron las reelecciones para diputados y alcaldes, qué bueno sería que la actual legislatura aprobara en el 2016 la revocación del mandato y la consulta popular, pues le daría al pueblo la oportunidad de enmendar errores a la hora de emitir el sufragio.
En el vecino Estado, ha quedado establecido que para la revocación del mandato el 10 por ciento de los ciudadanos deben avalar la solicitud y que el 40 por ciento de la lista nominal del lugar de la elección la aprueben.
Requisito fácil de llenar cuando el pueblo se hastía de una mala administración.
Esto definitivamente no va a acabar con la impunidad, pero sentaría un precedente importante para alejar a los farsantes que toman banderas populares prestadas para hacer crecer sus posibilidades de triunfo, evitaría la creación de nuevos cacicazgos y le daría su justa definición a la palabra DEMOCRACIA.

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