OPTIMUS

Jorge Alberto Pérez González

22/11/2015

El candidato de Egidio

El pasado miércoles 18 el Gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, presentó en Tampico su Quinto Informe de Gobierno, le fue muy bien en capacidad de convocatoria, demostró inteligencia al permitir que se escuchara la voz sonora de una madre desesperada, fue contundente en los logros y razonable al reconocer que faltan cosas por hacer.
El quinto informe es el parteaguas de la sucesión política en este país, por ello los analistas esperaban con ansia la señal rectora, la mención específica o la luz depositada con sutileza en el rostro del afortunado.
Para la clase política con experiencia y tablas, no hubo tal augurio que develara el misterio, al menos desde el pódium, pues siguiendo el manual, se mencionó a quien se debía mencionar y en el momento justo en que se debía de hacer, es decir, no hubo una sola improvisación, salvo cuando el mandatario, dejó que la voz del pueblo se escuchara, pues «Vox populi, vox Dei».
En política nada es casual, esto lo saben muchos, pero pocos lo entienden, cada acción trae consecuencias y en muchos de los casos, las respuestas trascienden inclusive el mandato y son los herederos quienes pagan las culpas de sus patrocinadores.
Dice el historiador Francisco Chapa, en su libro sobre Santiago Vidaurri, que los héroes deben saber morir a tiempo, cuánta razón le asiste, cuando la historia contemporánea da muestras de que las culpas se expían aun después de mucho tiempo, pero además se purgan muchas veces en ausencia, pues desde entonces se entiende que los cacicazgos no son aceptados por el poder en turno.
A quienes les fue mal fue a los ex´s, si bien es cierto que el panorama se abre, también es cierto que la prudencia al hablar es necesaria, cuando menos para dejar constancia de que el relevo generacional es serio, pues de otra manera se acota el espacio a la herencia de sangre. Y en el más reciente de los pasados, fallaron sus asesores, pues hacer mutis en el teatro, es desaparecer por completo y esto es imposible cuando se ocupan celdas por aquellas que menos culpas tienen.
Los que aprovecharon todo, fueron los seguidores de cada uno de los aspirantes reconocidos. Sus huestes fueron contundentes en las redes sociales: ¡Marco A. Bernal fue el representante de Manlio!, ¡Alejandro Guevara traía instrucciones superiores! ¡Enrique Cárdenas tuvo presencia relevante! ¡Ramiro Ramos se lució! ¡A Alejandro Etienne lo volteó a ver! ¡Pepe Elias llegó cuerpeado! ¡Sube el video del reconocimiento a Baltazar Hinojosa! Y así por el estilo.
Mientras en primera fila, Edgar Melhem y Paloma Guillén, sólo esbozaban una mueca que pretendía sin éxito, tratar de pasar desapercibidos, pues los dos entienden cuál es el tiempo, cual es la forma y cuál es el fondo, de todo lo que se mueve en política en Tamaulipas.
A veces, muchas veces, se tienen aristas que los padrinazgos logran trascender partidos, pues lo importante no es la ideología sino el proyecto de grupo, lo cual no está del todo mal, si persiguiera el fin de mejorar a todos, los malo es cuando obedece a intereses personales que solo albergan la venganza como fin y la ambición como catalizador.
Ya falta menos para que dejen de sufrir, ya falta poco para que la soberbia enseñoree, ya no queda tiempo ni para lamentarnos porque el Gobernador de Tamaulipas en su quinto informe, no nos dijo quién es, EL CANDIDATO DE EGIDIO.

optimusinformativo@gmail.com

www.optimusinformativo.com

Share Button