OPTIMUS

Jorge Alberto Pérez González

15/10/2017

Alternancia… de bandidos

Muchas son las lecturas de los acontecimientos recientes en Tamaulipas, muchas las preguntas, pocas las respuestas, gobernar para la percepción es algo ya muy común en nuestro Estado, tanto que se nota y al notarse deja de ser efectivo. Las sorpresas se suscitan una tras otra, el asombro queda plasmado de uno y otro lado de la balanza política, los enemigos de unos son los aliados de otros del mismo bando, en diferente época pero, siempre al amparo del poder. Ese poder que dio bandazos, que se alió con enemigos que abrió los espacios a militantes de otro partido y que hoy paga las consecuencias, pues todo se reduce a infidencias, a deslealtades o a nuevos compromisos pactados. No es nuevo, desde el 2000 a raíz de la alternancia en el país, los gobiernos estatales del PRI que se convirtieron en oposición entonces, comenzaron a voltear a ver a posibles políticos emergentes en el PAN para abrirles las puertas del entonces partido invencible. Postergaron con esa estrategia, la real alternancia en Tamaulipas, se hicieron de aliados más identificados con el blanquiazul y los pintaron de tricolores, práctica que persiste, aunque ahora con el relevo de siglas. Es decir los panistas que se volvieron priístas, ahora pueden regresar sin vergüenza, tal y como lo hicieron en sentido contrario la alcaldesa de Tampico y el alcalde de Río Bravo, sólo por mencionar los casos más notables de falta de compromiso institucional.
Hoy le llaman desleales a los que han decidido abandonar las siglas, pero muchos olvidan el pasado reciente y definitivamente fueron más desleales a las siglas, aquellos gobernantes que buscaron en la oposición las figuras para enfrentar las campañas. Una cosa llevó a la otra, algunos terminaron apoyando por debajo del agua las inquietudes de la oposición y lograron encumbrarlos, tanto que esos mismos hoy se han encargado de colocar en el cadalso a los gestores de tan “inteligente” manera de retrasar la alternancia, los dos más sonados casos están en el del Solliciano y en el de Tamatán, el otro está esperando turno. En la frialdad de la oscuridad, escuchando el último disco de Joaquín Sabina, “Lo Niego Todo”, seguramente estarán repasando los errores cometidos, porque la ambición es tanta que obnubila la mente, enrarece los sentidos, tanto, que se olvidaron del principal, el sentido común. La desesperanza no está en ellos, sino en quienes no entendieron que desde entonces fraguaron su destino, no se van por falta de lealtad, sevan precisamente porque la lealtad es un camino de doble vía, aunque deba de ir en una sola dirección. Las Marismas de Altamira hoy se convierten en la manzana de la discordia, pues según las investigaciones, “Fueron de Tomas”, después “Fueron de Geño”, pero nunca “Fueron de Egidio” y los documentos que exhiben los fiscales fueron firmados en el 2013 por 3 delatores que hoy ya no viven. Saque usted, querido lector, sus conclusiones. Mientras tanto, a pesar del “show mediático”, la violencia no cesa, siguen los secuestros en las carreteras, el despojo de automóviles en las cercanías de los puentes internacionales, los enfrentamientos y persecuciones, la barbarie expuesta a quien le toque en Ciudad Victoria, las balaceras con calibre 50 en Reynosa, porque no hay estrategia para acabar con ello, porque no hay seguimiento alguno para “operar con inteligencia”. Denuncian al secretario General de Gobierno mediante videos, no hay investigación al respecto, se eligen en el Mante como defensores de los agricultores a cercanos a grupos criminales, nadie dice nada, se le otorga nombramiento en San Fernando de secretario del Ayuntamiento a un personaje señalado como extorsionador, nadie investiga la veracidad de la información de MILENIO, se subastan patrullas con todo y torreta y no hay nadie que explique por qué, se contrata como asesor aquí al gestor del “Cobija-Gate” en Nuevo León, todos callados, nombran como director del Seguro Popular a un sancionado en Michoacán por precisamente favorecer empresas de medicamentos y nadie dice nada. El mutismo y la falta de información es la táctica de Comunicación Social, tal vez sea cierto lo que ya muchos piensan, el cambio que hubo, fue ALTERNANCIA…..DE BANDIDOS.

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