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OPTIMUS


Jorge Alberto Pérez González

08/10/2017

Sabadazo

La detención del ex gobernador Eugenio Hernández Flores bien se puedo titular, “Crónica de una Venganza Anunciada”, tuvo todas las características de juicio mediático que pone a temblar a más de uno.
Los políticos sean del partido que sean, le temen más a la “quemada” que al procedimiento jurídico, por eso resulta extraño que “Geño” ya sin el poder de antaño, se deshiciera de sus asesores prudentes, para reencontrarse con aquellos que en el pasado solo le rendían pleitesía. La soberbia imperó sobre el acoso, todo México recuerda cuando los periodistas neoloneses se lo encontraron en un restaurante de Monterrey para enterarse que él no era él, sino su hermano.
Todo Tamaulipas se enteró que la Procuraduría le negó la carta de no antecedentes penales y todo Victoria supo que viajaba como el “Palillo” (cómico de los 70s) con el amparo en la bolsa.
Sin embargo, tuvo la desvergüenza de viajar a la tierra de la Vaca, capital de Tam., para entregarse a bordo de una motocicleta a las autoridades ministeriales, mediante el oficio sigiloso de un grupo comandado por un habilitado. Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, eso en USA es una protección a los Derechos Humanos, en México no es garantía de nada, salvo cuando el interés político es inhabilitarlo con una ficha dactiloscópica y una averiguación previa que, cuando menos, crea suspicacia en el entorno político. Eugenio ya no será candidato al Senado de la República, las leyes son claras en ese aspecto, uno menos en la lista de los que ya tienen remojando sus barbas.
Para el pueblo, que siempre quiere ver sangre, fue una soberbia actuación de la justicia al detenerlo y hacer circular las fotos de la potente máquina BMW de medio millón de pesos y enfundado en una soberbia chaqueta de casi 20 mil pesos, que según fuentes ha desaparecido, hurtada tal vez por algún admirador azul. La política es percepción, no realidad, la mansión del fondo resulta insultante, independientemente de si las marismas fueron o no adquiridas legalmente, rellenadas o enajenadas, expropiadas o vendidas. El sigilo de la investigación y ejecución de la orden de aprehensión fue tan notoria, que tomó por sorpresa a Comunicación Social de Tam., tanto, que fue ridícula la rueda de prensa, y lo que pudieron capitalizar lo dejaron desbordar por la falta de información. La falta de información genera especulación, de esto dio cuenta el mismo dirigente del PRI en el Estado, quien antes de saber la postura del CEN, emitió en balbuceos una discreta defensa del ex gobernador alegando derechos humanos.
Más tarde, el presidente nacional de su instituto político, enmendó la plana, cancelando su gira a Tamaulipas y turnando de inmediato el caso a la Comisión de Justicia Partidaria, no a la de Derechos Humanos. En política los amigos son de mentiras y los enemigos de verdad, principio básico que olvidó alguien, que no quiso escuchar el detenido o que el gobernador de ustedes quiso dar cumplimiento, dicen que dijo, -a mí no me consta-; “Yo soy muy vengativo, pues disfruto mucho cuando me vengo”. La ley de Newton es muy clara, toda acción trae una reacción, ojala estén conscientes de que los matanceros de hoy serán las reses de mañana, porque no se vislumbra un cambio en el ejercicio de la administración de bienes ajenos. La popularidad del ex gobernador es tal, que dicen, -a mí no me consta-, que ayer sábado la fila para la visita conyugal alcanzaba más de 100 metros de féminas dispuestas a dar consuelo al político en desgracia. Mientras tanto es menester aclarar el título de este artículo, pues es una “Peli” como dicen los millennials ya muy vista, todo sabemos que los funcionarios policiacos y los juzgados no atienden al público en fin de semana, por lo que, aquel presunto delincuente detenido en viernes, pasará todo el periodo de descanso, encerrado en una oficina o en los separos hasta el próximo lunes, a esta acción concertada le llaman popularmente: Le dieron SABADAZO.

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