1/05/15.-Niños que trabajan en diferentes oficios en diversos puntos de la ciudad ayer no celebraron su día. Esta fecha para ellos no existe. Son considerados como niños de la calle, cuando en realidad, todos ellos, trabajando por 8 horas, en varios sectores, con la única finalidad de buscar cómo ganarse el pan de cada día. Poca iniciativa ha existido para que se les dedique un poco de tiempo y puedan ser acreedores de algún juguete que los motive y les permita recordar la etapa en la que se encuentran, a pesar de desenvolverse en un entorno que resulta difícil, al ser ellos quienes tienen que velar por sus propios intereses.
Testimonio
Pedrito Díaz García, de diez años de edad, fue encontrado limpiando parabrisas en el crucero de la avenida Lázaro Cárdenas con calle Juárez de esta ciudad, su cabello reseco, la piel de su rostro maltratada, sin ganas de trabajar, pero con ansias de llevar dinero a su casa, pues su madre está enferma y viven en una colonia popular, su padre encarcelado, acusado de robo, ahora es él quien lleva un promedio de 30 hasta 50 pesos diarios, para poder comprar alimentos a su madre y es todo lo que él puede hacer. Tiene dos años dedicado a ese oficio, limpiar parabrisas. Pedrito se sube en el cofre de cualquier automóvil, su misión es limpiar parabrisas y a cambio ser recompensado con tres o hasta cinco pesos, pero algunos conductores lo rechazan y otros únicamente le dicen «Gracias chavo» y se retiran sin darle ni una sola moneda.
Juan Cárdenas Torres / El Bravo