Nada garantizará la reforma migratoria


26/07/2016 – La reforma migratoria no está garantizada en el 2017 en el caso que Hillary Clinton gane la elección de noviembre. Los republicanos se niegan a hablar del tema, colocan en la mirilla la política de deportaciones del presidente Barack Obama y lo culpan de haber mentido en 2009 y 2010, cuando el mandatario gobernó con un congreso controlado por los demócratas y no cumplió una promesa de campaña para sacar de las sombras a millones de indocumentados.

Rechazan a Clinton
“Según los documentos del Comité Nacional Demócrata (DNC), que fueron filtrados (por Wikileaks), los demócratas creen que si nos cuentan suficientes historias, eso nos hará olvidar que nos mintieron sobre la reforma migratoria durante los primeros dos años de Obama cuando tenían la mayoría en ambas Cámaras”, dijo Helen Aguirre Ferré, directora de comunicaciones hispanas del Comité Nacional Republicano (RNC). “Y no solo eso, creen que olvidaremos las deportaciones masivas de tantos años”, agregó. Aguirre respondió así a una pregunta respecto a si los republicanos estarían dispuestos a debatir una reforma migratoria en el caso que Clinton gane la elección del próximo 8 de noviembre y los republicanos sigan controlando, por ejemplo, la Cámara de Representantes o ambas Cámaras, como ocurre desde la elección de medio tiempo del 2014. Las filtraciones citadas por la portavoz corresponden a la publicación por parte del portal de Wikileaks de 19,252 correos electrónicos del DNC, en los que funcionarios del partido dialogan sobre estrategias para vencer al senador Bernie Sanders (Vermont), el principal adversario de Clinton en las primarias por la candidatura presidencial demócrata. “En esos documentos se ve que Wasserman Schultz (presidenta del DNC) íntima de Hillary Clinton, manipuló el proceso de las primarias para facilitarle la victoria a ella”, agregó Aguirre. Debbie Wasserman Schultz anunció su retiro tras la filtración. “Evidentemente Clinton no respeta el proceso democrático y mucho menos a sus votantes”, indicó la vocera.

Promesa inconclusa
Durante la campaña presidencial de 2008 Obama prometió que en los primeros 100 días de su gobierno promovería una reforma migratoria que sacaría de las sombras a la mayoría de los poco más de 11 millones de indocumentados. Poco después amplió el plazo para el primer año de gobierno. Tras ganar la elección y los demócratas el control de ambas Cámaras del Congreso, la reforma migratoria fue relegada por otros debates de mayor importancia, entre ellos las guerras en Irak y Afganistán, la crisis financiera y la reforma de salud. En los comicios de medio tiempo del 2010 los demócratas perdieron el control de la Cámara de Representantes y las posibilidades de debatir la legalización de los indocumentados se redujeron a cero. Simultáneamente, Obama puso en marcha una severa política de deportaciones que en su primer mandato registró un promedio anual de 400,000 expulsiones, y donde más del 41% de los deportados no tenía antecedentes criminales. En 2012 Obama volvió a prometer una reforma migratoria para el primer año de su segundo mandato, compromiso que le ayudó en su campaña de reelección.

Agencias

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