05/02/18.- Ava Olsen, una niña de ocho años, fue testigo de un tiroteo en el patio de su escuela, en Townville, Carolina del Sur, durante el cual murió Jacob Hall, su mejor amigo.
Un adolescente empezó a disparar contra todos los alumnos y profesores que se encontraban en el exterior del centro educativo durante doce segundos, hasta que su arma se atascó, pero para entonces tres personas habían recibido impactos de bala.
Una bala alcanzó al maestro de primer grado de Ava en el hombro, y otra golpeó a un compañero de clase en el pie. Una tercera golpeó a Jacob de 6 años.
La pequeña había decidido casarse con él cuando fueran mayores; él era el único niño al que ella había besado y tres días después, murió.
Desde entonces, la menor tiene un trastorno de estrés postraumático y el médico recomendó a sus padres que fuera educada en casa.
Aunque ella ya no va a la escuela, su hermano menor, Cameron, que también había estado fuera esa tarde, sí.
Así que ella sigue preocupada por él y por los millones de niños que pasan sus días en aulas, cafeterías y patios de recreo.
Conforme al diario The Washington Post, Ava decidió mandar una carta al presidente Donald Trump donde le pide mantener a los niños a salvo de las armas.
Poco después, a su casa llegó un sobre color manila el día después de Navidad y en la esquina superior izquierda había tres palabras que sorprendieron a su madre, Mary Olsen: «LA CASA BLANCA».
Estaba dirigido a Ava, pero la madre primero lo abrió y escaneó la carta primero para asegurarse de que el mensaje no incluyera nada que pudiera desencadenar la ansiedad que sufre la pequeña.
Luego, Olsen llamó a su hija y le dio la nota, que, en la parte superior, incluía el sello presidencial.
La nota la hizo sentir mejor, al menos por unos días, antes de que comenzara a pensar más sobre eso.
Entonces, el 8 de enero, se sentó para hacer otra carta en la cual le agradeció la respuesta y sus oraciones.
«A veces pienso en ese día y pienso que volverá a suceder», escribió.
«Si tiene tiempo, tengo algunas ideas para ayudar a mantener seguros a los niños y las escuelas. Ya que, a veces, las personas que viven un tiroteo en la escuela tienen mejores ideas».
Ava le propuso: trasladar las escuelas a lugares más seguros; crear un lugar donde puedan correr si pasa algo malo; construir escuelas en círculos y poner los patios de recreo en el medio.
Metió la carta en un sobre y su madre la envió por correo; la pequeña sigue esperando respuesta de la Casa Blanca.
Agencias