4/09/2015 – La presencia de serpientes venenosas en la plaza principal y diversas colonias de la zona urbana, preocupa a la sociedad al difundirse que no existe suero anticrotálico en las farmacias y en el Hospital General, versión que fue desmentida por personal del nosocomio; lo que sí es real es su elevado costo comercial -dos mil pesos por dosis, en el hospital es gratuito- hay ocasiones en que una persona con mordedura de ofidio requiere de 10 a 15 dosis, dependiendo en que parte del cuerpo fue el ataque y las condiciones médicas del paciente.
Presencia
En la mancha urbana y en la plaza principal han sido aniquiladas un total de 15 serpientes venenosas -cascabel y coralillo- en menos de dos meses, existiendo mayor presencia de los reptantes en un solar abandonado lleno de maleza en el fraccionamiento Luis Donaldo Colosio, datos que han sido proporcionados en Protección Civil y Bomberos. En la plaza principal, se han exterminado como cinco víboras de cascabel y otras han logrado darse a la fuga, estimándose que tienen su hábitat en casas abandonadas que existen en el primer cuadro de la ciudad. En donde anteriormente se ubicaba la Casa de la Cultura, José de Escandón entre Hidalgo y Allende de la colonia Centro, se mataron dos reptiles, aparentemente de cascabel, según versión de testigos presenciales.
Peligrosas
La sintomatología de una persona mordida por un ofidio venenoso, es: dolor local, edema, náuseas, mareos, inconsciencia y hormigueos; en algunas ocasiones puede llegarse incluso al estado de coma, paro respiratorio o cardiaco y, por último, la muerte, refiere el informante. La acción del veneno depende de la especie y de las características de la serpiente como: tamaño, edad, cantidad de veneno que tenga en ese momento, mordida completa o incompleta y otros; mientras que para la víctima, depende de su estado físico y salud, la zona en donde fue mordido, y el tiempo que transcurrió hasta ser atendido.
Opiniones
Dos hombres expertos en el campo: don Homero Quintanilla Martínez y don José Briones Banda, coinciden en que las serpientes durante la temporada invernal son menos notorias para el ser humano -aunque citan que diciembre es la excepción-, pero en tiempos de calor su presencia representa un serio peligro. Por ello se conoció que la víbora cascabel hembra tiene sus cascabeles de manera horizontal y el macho vertical y consideran que cada cascabel no es representativo de los años del ofidio, indicando que se trata de un mito. Ambos evocan que cuando salen al campo, solamente llevan consigo una navaja, una perilla succionadora y cuando es posible suero anticrotálico, para de ser necesario realizar ellos mismos la atención que se requiere en caso de una mordedura de serpiente venenosa. En el Rincón del Gato, situado a un costado del poblado pesquero la Carbonera, recuerdan que existía considerable cantidad de víboras de cascabel que una persona capturaba para venderlas por su elevado costo por su piel y las propiedades curativas, ente otras cáncer, infecciones estomacales y SIDA, aunque la ciencia no las ha validado.
Javier Manilla