7/01/2017 – Mañana domingo concluye la vigencia de la franquicia de 500 dólares que se establece en la época en que retornan los “paisanos” de Estados Unidos y que permite la importación de mercancías libres de impuestos.
El periodo inició el día 1 de noviembre del 2016 y cierra este ocho de enero, pues está enfocado a dar facilidades a los connacionales que retornan luego de haber cumplido contratos de trabajo en la Unión Americana.
Sin embargo, la oportunidad también puede ser aprovechada por residentes del interior del país, quienes pueden traer diversos productos que tengan un valor hasta de 500 dólares, que son acumulables por familia, siempre y cuando ingresen a México en el mismo vehículo.
Equipaje personal
Dicha información es promovida por observadores del programa Paisano, quienes son ciudadanos de la sociedad civil que voluntariamente dedican su tiempo a dar información sobre los derechos de los mexicanos que vuelven del vecino país.
La labor que tales servidores realizan incluye la entrega de la Guía Paisano, en la cual se explican los procedimientos a seguir para la internación de mercancías y vehículos al territorio nacional y en la cual se establece también el monto de la franquicia, que en esta época sube de 300 a 500 dólares por persona.
Asimismo el folleto menciona qué artículos pueden traerse como parte del equipaje personal, tales como cámaras fotográficas, computadoras personales, teléfonos celulares, ropa, zapatos y productos de perfumería, mismos que no están considerados dentro de la franquicia.
Fronterizos
Para los residentes fronterizos la franquicia de importación se mantiene sin cambios en los 150 dólares y seguirá vigente en cualquier época del año, e igualmente es acumulable por familia hasta llegar a un tope de 450 dólares.
No obstante, el beneficio fiscal que cierra mañana es un atractivo para los vacacionistas de otros estados que en estas fechas visitan la frontera, ya que ellos también pueden importar sin impuestos, como fue el caso de Felícitas López, originaria de Nuevo León, quien mencionó haber comprado un televisor inteligente en el Valle de Texas y pudo pasarla por la aduana libremente, tan solo con mostrar la factura, con la cual comprobó que el valor del aparato era menor a los 500 dólares y por lo tanto no tuvo que declararlo.
Agencias