Maestrías “amañadas”, el escándalo que sacude a España

29/09/2018 – Las graves irregularidades descubiertas en los estudios de maestría de destacados líderes españoles, están socavando la credibilidad de la clase política y contribuyendo al desprestigio de la Universidad pública Rey Juan Carlos (URJC), fuente de los escándalos.

El trato de favor supuestamente recibido en sus estudios de posgrado por dirigentes del derechista Partido Popular (PP) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), desató un vendaval político que podría acabar en tormenta, ya que se sospecha que los casos detectados representan sólo la punta del iceberg.

La ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que está siendo investigada por el Juzgado 51 de Madrid, fue la primera en perder su puesto luego de que trascendiera que obtuvo su máster, cursado en la URJC entre 2011 y 2012, sin cumplir con la normativa.

Actas de calificación con las firmas falseadas, notas corregidas indebidamente y materias aprobadas sin exámenes ni asistencia a clase, son algunas de las anomalías destapadas por el portal eldiario.es.

Paradójicamente, el detonante de la renuncia no fue el falso máster, sino un video de 2011 filtrado a la prensa en el que la ex presidenta regional aparecía vaciando su bolso frente a un guardia de seguridad luego de haber sido retenida por robar unos tarros de crema facial en un supermercado.

La Ministra de Sanidad, Carmen Montón, fue la segunda política española en caer por haber obtenido su maestría de modo fraudulento.

Su trabajo final contiene al parecer numerosos textos plagiados de otras obras. Al igual que Cifuentes, la responsable de Sanidad rechazó las acusaciones en su contra, aunque finalmente tuvo que dimitir cuando los indicios sobre las irregularidades de su máster, cursado también en la URJC, se volvieron abrumadores.

La epidemia de “titulitis” afectó también al dirigente del PP, Pablo Casado, debido a las lagunas registradas en la maestría que realizó en la misma universidad madrileña de la que salieron los máster amañados. Finalmente el Tribunal Supremo decidió no investigar al político conservador, aunque los jueces advirtieron indicios de que Casado recibió un trato de favor en sus estudios de posgrado, algo que no se considera delito.

Las irregularidades académicas implicaron la participación de al menos una docena de catedráticos y profesores de la URJC que están siendo investigados por presunta prevaricación y falsificación de documentos públicos, todos ellos vinculados al Instituto de Derecho Público de la universidad madrileña.

Gloria Molero Galvañ finalizó su máster en la URJC el pasado mes de julio sobre Comunicación y problemas socioculturales, y es una de las alumnas afectadas por el desprestigio de esta institución académica.

Graduada en periodismo, y natural de Elche, Alicante, logró mudarse a Madrid gracias a sus ahorros y una beca. Recién lanzó una campaña en Change.org para exigir a la universidad madrileña que haga público el listado de los políticos y cargos públicos que cursaron la maestría en esa casa de estudios, a fin de que se pueda esclarecer si gozaron de privilegios.

“Firma para instar a esta universidad pública a hacer un ejercicio de transparencia que ayude no sólo a limpiar su imagen y la de sus estudiantes, sino a saber qué políticos y cargos públicos nos gobiernan desde sus títulos falsos conseguidos a base de privilegios que el resto de estudiantes no tenemos”, reclama la alumna en su petición.

“La campaña se me ocurrió luego de hablar con compañeros del máster que tuvieron que hacer un montón de sacrificios para conseguir el título, sobre todo los que trabajaban. Algunos se llevaban el almuerzo para poder comer en clase, porque apenas disponían de tiempo”, señala la joven titulada por la URJC, quien hasta el momento ha recabado más de 100 mil firmas en su campaña de transparencia.

“Es una situación muy injusta y tiene que haber consecuencias. No es posible que los alumnos con menos recursos tengan que currar [trabajar] a la vez que estudian, y que a los políticos prácticamente les regalen el título”, agrega Molero Galvañ, mientras recuerda la preocupación de sus padres cuando saltaron los primeros escándalos.

“Caray Gloria, a ver si ahora no te van a querer dar trabajo por tu máster en la Rey Juan Carlos”, le dijeron sus progenitores.

“No nos van a negar un trabajo, pero vamos a estar siempre bajo sospecha”, lamenta la alumna, quien enfatiza que a diferencia de los políticos favorecidos, ella tuvo que renunciar a muchas cosas para poder estudiar.

“Lo ocurrido en la URJC repercute en el prestigio de todo el personal docente, y desde luego en miles de alumnos, cuyos títulos se han devaluado a niveles insospechados. Para el mercado de trabajo es algo horrible, porque la universidad actúa en la zona sur de Madrid, donde se encuentra la gente con menos recursos”, asegura por su parte Carlos Resa Nestares, profesor de cursos de doctorado en la URJC.

“Hay también una culpabilidad estructural. El plan Bolonia (homologación europea de estudios superiores) recicla lo que era la antigua licenciatura, que ahora se llama grado, y establece como estudios superiores el máster y el doctorado. El máster se ha revalorizado y se sitúa por arriba de la licenciatura. Y es la fase previa para acceder al doctorado que te permite aspirar a una plaza en la universidad, con todo lo que ello conlleva”, agrega el académico.

El mástergate salpicó incluso al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien se vio forzado a permitir el acceso sin restricciones a su tesis doctoral, luego de que la oposición aireara sospechas de plagio y autoría que no pudieron ser confirmadas.

Vinculada desde su nacimiento al derechista PP, la URJC decidió clausurar el Instituto de Derecho Público que habría facilitado las titulaciones de máster a un grupo de alumnos escogidos.

El sistema de control en España de los títulos de posgrado se ha mostrado ineficaz, ya que las universidades sortean con facilidad las evaluaciones externas, por lo que los expertos abogan por reforzar las inspecciones dentro de las máximas casas de estudio.

Además, la supervisión de los currículum vitae es prácticamente inexistente, lo que permite que estas constancias profesionales se inflen en algunos casos hasta el extremo de la falsificación, como lo demuestran las decenas de políticos españoles denunciados en los últimos años por manipular sus referencias académicas. No obstante, la inmensa mayoría de ellos continúan en sus cargos.

Agencias

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