25/04/2016 – Frente a 70 mil personas Café Tacvba confirmó una vez que es uno de los consentidos en México y en el Vive Latino. Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, Joselo y Quique Rangel llegaron al escenario Indio minutos después de las nueve de la noche e hicieron que una multitud se pusiera a cantar con la Chilanga Banda, mientras que Albarrán cantaba desde un vocho en el escenario.
Una gran fiesta de colores se gestó en el escenario, que se complementaba con la emoción que surgía de cada voz que se unió a la letra de Metamorfosis.
“Muchachos, muchachas, como están todos ustedes, muchos niños, a toda madre, esperamos que se la estén pasando de poca madre, estamos celebrando los 20 años de la Avalancha de éxitos”, dijo el vocalista quien junto con el resto de la banda tocó varios temas del disco en su aniversario.
“Oe, oe, oe, café, café”, gritaba la gente. “Nunca podrán controlarlos, muchachos”, respondió Albarrán para dar voz a No controles, de Nacho Cano, desatando la locura del público para después darle un momento de “cachondez” con No me comprendes, a la que siguió Alarma.
“No es cierto que somos pobres, la abundancia viene del universo, tenemos un nuevo amigo con el que vamos a compartir esta rola de Juan Luis Guerra”, dijo Albarrán antes de dar vida a Ojalá que llueva café en el campo, en la cual Vicentico sorprendió al público uniéndose a la voz de Albarrán y miles de personas, aunque de pronto no sabía la letra.
Cómo te extraño arrancó el baile en forma y mientras Rubén Albarrán cantaba, la gente lo acompañaba al mismo tiempo que bailaba, a la par que algunas parejas intercambiaban besos, pero los saltos llegaron con El fin de la infancia, donde aparecieron con sombrero texano y zarape.
La fiesta no se detuvo y parte de ella fue Ingrata, con la que el público saltó.
“Muchas gracias muchachos desde nuestros corazones siempre agradecidos por su fuerza femenina, es momento de que el mundo se ponga más horizontal”, dijo Albarrán antes de dar voz a Las flores.
Con un discurso sobre la defensa de la naturaleza, característica de la banda, Albarrán dedicó a la madre tierra Olita de altamar.
“Tenemos unos invitados yakis”, dijo el cantante antes de darle voz a un representante de la tribu, quien denunció, frente a miles de personas, el despojo de agua que se hace de su pueblo hacia Hermosillo, Sonora, a través del acueducto Independencia.
Así, tras el aplauso y apoyo del público ante la causa, llegó El baile y el salón donde el público llevó, una vez más, el coro “paparupapa eo eo”, hasta el máximo, antes de que Albarrán deseara buen camino de regreso a casa al público: “entre todos nos cuidamos”.
Agencias