23/09/15.- Suena a broma pero no lo es: los selfies son peligrosos. Muchos convierten su cuenta de Instagram en puro espectáculo gracias a imágenes que dejarían a cualquiera sin respiración. Pero no a todos les sale bien la jugada. Sobrepasar los límites de la seguridad para conseguir LA foto, ha acabado con la vida de más de una decena de personas este año. El último incidente, que ha provocado la muerte de un turista japonés cuando intentaba inmortalizarse en el Taj Mahal, ha servido a Mashable para alertar de los peligros de darle a la cámara frontal sin precaución.
Según revela la web, en lo que va de año han muerto más personas mientras trataban de hacerse una autofoto (12 en total) que a manos de los afilados dientes de los tiburones (8). Cuatro de las muertes fueron causadas por caídas mientras intentaban recrear la foto perfecta y el siguiente motivo es el atropello en las vías de tren. No está claro si el número de selfies temerario está aumentando, pero, desgraciadamente, cada vez son más los titulares que anuncian la muerte de turistas que perdieron la vida intentando conseguir una foto memorable.
Los selfies también preocupan en acontecimientos deportivos, zoológicos y corridas de toros en las que se han prohibido el uso de selfie palos. El Ministerio del Interior de Rusia publicó en julio una pequeña guía para enseñar a sus ciudadanos cómo sacarse fotos de forma responsable. “Antes de hacerse un selfie, todo el mundo debería pensar que competir por el mayor número de ‘me gusta’ podría conducirle a la muerte y que esa última foto podría convertirse en póstuma”, explicaba un portavoz ruso.
Agencias/El Bravo