Nuestros Columnistas Locales
Los Juegos del Poder
Maribel Villarreal
03/11/17
Migración e inseguridad
Nunca pensó que regresaría a México a enterrar a su hijo.
Salió de su tierra, -un pequeño pueblo en el estado de Guanajuato- hace 13 años. Llegó a los Estados Unidos buscando un mejor futuro.
Nunca se arriesgó a poner la seguridad de su hijo en manos de un «patero». Toleró la ausencia con llamadas constantes de teléfono y liberó la culpa con los escasos envíos de dinero.
Así pasaron los años, así pasó la vida. Sin cumpleaños celebrados…con navidades sin abrazos.
El pueblo cambió para siempre. La extendida violencia en México terminó con la quietud de otro tiempo. Se instalaron los grupos delictivos. Se instaló el miedo.
Ella se comunicaba todos los días con su hijo. Cada noche hablaba con él. Escuchaba las historias de terror que ahora se contaban en el pueblo y hacían planes para un futuro muy cercano.
Ya estaba en proceso de legalizar su estancia y cristalizar el reencuentro. Soñaba con eso.
A los 21 años de edad se cree que se puede contra el mundo.
Aquel niño que a los ocho años quedó al cuidado de los abuelos fue secuestrado. Días después apareció muerto tirado por ahí. Irreconocible, eso le dijeron a su madre cuando le notificaron el hallazgo.
La mujer cruzó por Matamoros la semana anterior. Sus ojos revelaban el profundo dolor de la pérdida, tenían la huella de muchas lágrimas derramadas.
No es un caso aislado. Es la historia que se repite en muchos pueblos. Casos impunes que no se agregan ni a las estadísticas de la incesante violencia en México.
Tragedias que entrelazan dos fenómenos constantes y dolorosos; la migración por la extrema pobreza y la descontrolada inseguridad.
Padres que se van a buscar oportunidades. Familias que se desintegran en un círculo vicioso que nadie detiene.
Guanajuato junto a Jalisco y Michoacán son de los principales Estados del país expulsores de migrantes. Muchos no regresan nunca.
A pesar de una política migratoria cada vez más extrema en los Estados Unidos, los mexicanos siguen saliendo a buscar un mejor futuro. Hay pueblos en donde mujeres y niños se quedan solos. Pueblos que se sostienen a base de las remesas.
Pueblos donde se entrelazan las tragedias en escenarios de pobreza y de violencia.